El intendente de Caucete, Julián Gil, deberá volver al Concejo Deliberante para dar explicaciones en el marco de una interpelación. Será el 25 de este mes y los ediles opositores apuntarán sus cañones contra el manejo de los recursos del municipio y los fondos de coparticipación que recibe. La crítica gira sobre una deficiente administración, que ha provocado que los empleados de planta permanente, contratados y de planes laborales perciban sus ingresos atrasados. La primera vez que el jefe comunal fue a rendir cuentas al cuerpo legislativo fue en 2016, por su presunta vinculación con un supuesto estafador (Ver El primer cara…).
La interpelación surgió hace unos días por un pedido del concejal Alejandro Varela (quien ingresó con el equipo de Gil y luego se alejó). El planteo contó con el apoyo de los peronistas Romina Rosas y Juan Elizondo y el radical Juan Carlos Vicente. Según la Carta Orgánica, para que la medida se lleve a cabo requiere la simple mayoría de los votos de los miembros del Concejo, cosa que logró la oposición, ya que el oficialismo tuvo sólo dos adhesiones. La norma además establece que el intendente "deberá concurrir obligatoriamente".
Varela sostuvo que los atrasos en los pagos al personal vienen desde febrero, aunque indicó que se terminaron de cancelar de manera fraccionada. En cuanto a lo que va de este mes, señaló que han cobrado los trabajadores efectivos de "playa", que son los que están en la calle, en el manejo de las movilidades y recolección de residuos, por ejemplo. "Es para que no le hagan paro", explicó el edil, quien agregó que los administrativos no han percibido sus haberes, al igual que los empleados que están dentro del Plan de Inserción Laboral Departamental (PILD).
Por su parte, Rosas hizo un diagnóstico similar y resaltó que "la situación financiera del municipio es complicada, la verdad que estamos muy preocupados". Además, agregó que "se les debe a proveedores y comerciantes más de siete y ocho meses". Los opositores señalaron que el secretario de Hacienda había manifestado que el retraso se debía a la merma de los recursos de coparticipación, pero la concejal justicialista remarcó que "no tiene que ver con los fondos coparticipados sino con la mala administración". Con el nuevo esquema de reparto de recursos que instrumentó el Gobierno provincial, Caucete ha recibido en el acumulado enero – febrero casi un 50 por ciento más que el mismo período que el año pasado.
En el mismo sentido opinó Vicente, quien destacó que "por la plata recibida, no tendría que tener problema para pagar sueldos". En la puja también entró el secretario Gremial de UPCN, Enrique Funes, quien expresó que la gestión de Gil "siempre ha sido un desorden total. Encima, no se cumplió con la cláusula gatillo de 2018. Pero cada vez hay más 4×4 y funcionarios, aunque estos últimos no están cuando uno busca hablar con alguien".
Al rojo vivo
La elección de intendente en Caucete será al rojo vivo. La concejal peronista Romina Rosas ganó la interna del Frente Todos e inclusive sacó más votos que Julián Gil. Es decir, si mantiene su caudal y suma las adhesiones de los que cayeron en la interna (Sonia Recabarren y Emilio Mendoza) va camino a la victoria.
Plan laboral
4 Mil pesos cobran los trabajadores del Plan de Inserción Laboral Departamental (PILD), aseguraron los concejales. Los empleados están recibiendo su aporte de manera fraccionada.
El primer cara a cara
El 8 de junio de 2016, el intendente Julián Gil fue interpelado por su contacto con un presunto estafador y si bien negó tener una relación personal, los concejales opositores se fueron con más dudas que certezas. Es que el sospechoso, Pedro Bustos, había sido contratado por el municipio para hacer obras, aparecía en una foto junto a la comitiva oficial caucetera en un viaje a una localidad de Buenos Aires y cuando se hizo pasar por funcionario comunal para alquilar un vehículo, el jefe comunal no lo denunció. Bustos había sido contratado para hacer la estructura de la pantalla de la diagonal, bacheos y prestar servicios de seguridad en la fiesta departamental. Gil lo reconoció, pero negó tener un vínculo personal.