Central no encuentra el rumbo. Ya eliminado de la Copa Libertadores apenas igualó con la Universidad Católica sin desplegar el juego pretendido. Sólo la impronta de los últimos minutos le permitió encontrar un empate merced a un gol en contra de Fuenzalida. En el final fue por el triunfo, pero la búsqueda no bastó para ganar. Quedando también en el camino esa remota chance de llegar a la Sudamericana.
Y así Diego Cocca deberá seguir trabajando para comenzar a perfilar un futuro futbolístico que se hace indispensable para afrontar lo que más le preocupa a los canallas, que es la de sumar los puntos necesarios para resolver la problemática del promedio.
Es cierto que el jueves próximo tiene a Boca como objetivo por la Supercopa Argentina. La que sería importante su obtención para fortalecer anímicamente a un plantel que indefectiblemente deberá ser reestructurado, porque hasta ahora todo lo producido no fue lo esperado.
Ya que tras la Copa Argentina, todo fue decepción. Y frustración. Producto de los errores no forzados de la dirigencia canalla.
El partido comenzó con más intensidad que claridad. Central fue más decidido en materia ofensiva, pero los chilenos basados en el orden controlaron a los canallas.
Con Aguirre y Gil por las bandas el equipo de Cocca pugnaba por llegar al arco de Dituro, sumado a esto la necesaria participación de Lovera para articular juego.
Hasta los 20 minutos la única jugada de aproximación fue un pelotazo cruzado de Molina que encontró a Caruzzo entrando por izquierda, pero su remate se fue desviado.
Y a los 23, un centro de Fuenzalida fue rechazado por Caruzzo, y el rebote lo capitalizó Fuentes, quien con un fuerte remate superó la resistencia de Ledesma.
Pereyra ingresó a los 77 y en la primera pelota que tocó, remató al arco que se desvió en el brazo de Aued, pero el árbitro no cobró. Pero de allí derivó un córner que tras cabecear Zampedri le pegó la pelota a Fuenzalida y llegó el empate canalla.
Central fue con determinación, pero sin precisión. Y el empate final deja el mismo sinsabor con el que están conviviendo los canallas desde hace ya un tiempo. Razón por la cual deberán cambiar si pretenden un horizonte mejor.