Demostrando una falta total de coherencia entre los objetivos que persigue el gobierno nacional con el de algunas provincias, en las últimas semanas fueron tomadas algunas medidas que han provocado un quiebre entre vínculos que deberían estar más entrelazados que nunca, dentro del propósito de sacar el país adelante. Las autoridades del gobierno de Mendoza se encontraron hace unos días con una resolución del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), que depende del Gobierno Nacional, por la que se resolvió otorgar más de 4.400 hectáreas de tierra a una comunidad mapuche, en las inmediaciones de la Ruta 222, camino a Las Leñas, y otro frente a la Laguna de la Niña Encantada, también en el Sur de la provincia. Con esta actitud el gobierno nacional demostró una total falta de de criterio para proceder, además de una carencia de diplomacia para atender estos casos.

Lo que se cuestiona en esta ocasión, es que la Nación haya cedido estos terrenos a una de las agrupaciones aborígenes más conflictivas, que desde hace un tiempo viene cometiendo desmanes y actos de violencia en distintos puntos de la Patagonia, y que ahora es beneficiada con estos terrenos que han sido reclamados por derecho ancestral.

En total son 4.477 hectáreas, exactamente, de un área con un gran potencial turístico, donde también hay actividad petrolera que las hace aún más valiosas y estratégicas para la provincia de Mendoza, a la que la que la Nación no consultó en ningún momento sobre si correspondía o la conveniencia de ceder esas tierras.

El enojo de las autoridades mendocinas, encabezadas por el gobernador Rodolfo Suárez, radica en que la administración del presidente Alberto Fernández no ha tenido en cuenta los intereses de esta provincia y que ha actuado con un total absolutismo haciendo que el INAI avance en esta resolución. Llegó a manifestar que el Presidente está haciendo entrega de ‘activos económicos de Mendoza’’ en una actitud que no le corresponde al primer mandatario, quien tendría que velar por los intereses de todas las jurisdicciones en general.

Además ha quedado en evidencia que desde la Nación no se está gobernando a todos por igual, cuando no tendrían que haber diferencias partidarias ni de ningún otro criterio.

En Mendoza consideran que todo lo actuado hasta ahora es nulo y que hay una serie de aspectos a considerar desde el punto de vista jurídico, institucional e histórico que se basan en una afirmación contundente, y es que ‘Mapuches en Mendoza no hay’’.
La Nación está para armonizar sus políticas con todas las provincias, sin hacer ningún tipo de distinciones, gobernando a todos por igual. De la misma manera las provincias tiene compatibilizar sus acciones con la Nación y gobernar en su ámbito para todos por igual, sin predominios de partidos políticos.