Desde el municipio de Lomas de Zamora y en su primera aparición pública tras la presentación de las listas de candidatos para las PASO, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a hacer campaña para el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, en el relanzamiento en territorio bonaerense del "Plan Qunita" que vio la luz durante su segundo mandato. Y como no podría ser de otra manera, apuntó todos sus cañones contra el gobierno anterior por la deuda contraída con el FMI.
La pandemia de coronavirus "va a pasar", dijo Cristina pero advirtió que luego habrá que hacerse cargo "del muerto que nos dejaron", en referencia a la herencia recibida después de cuatro años de Gobierno de Mauricio Macri.
Cristina Fernández recordó que "el pico del endeudamiento" de la Argentina fue en 2018 y subrayó que el Frente de Todos "no tuvo nada que ver" con ese mecanismo ni con la crisis que sobrevino después.
La Vicepresidenta habló después del gobernador Kicillof, quien en el mismo acto anunció el relanzamiento del Plan Qunita en toda la provincia de Buenos Aires y la apertura de la inscripción para que las personas que estén cursando el primer trimestre de embarazo reciban el kit del plan oficial, implementado a nivel nacional en 2015 con el objetivo de reducir la mortalidad infantil por colecho y acompañar a las mujeres embarazadas en su periodo de gestación y luego del nacimiento de sus hijos.
Cristina abrió su discurso enfatizando que el plan Qunita fue para ella "uno de los programas más caros" a su "corazón" cuando lo lanzó durante su presidencia, pero que esta reedición "le gusta más" que la anterior, de 2015.
Con entusiasmo contó que el plan Qunita bonaerense, que se estima puede llegar a entre 75 mil y 90 mil personas por año que reciben la Asignación Universal por embarazo, llega "con varias novedades", entre ellas, que estas cunitas se fabrican y se producen en instalaciones del Servicio Penitenciario bonaerense, en 20 talleres.