La candidata a senadora nacional por el frente Unidad Ciudadana Cristina Fernández tuvo que recurrir ayer al peronismo en uno de sus últimos actos de campaña en Avellaneda, apeló al "voto miedo" contra el Gobierno nacional e instó a la militancia kirchnerista a conseguir "dos votos" cada uno para derrotar a la alianza oficialista Cambiemos en las elecciones legislativas del próximo domingo. "Si Perón y Evita estuvieran aquí, ¿a quién votarían?", preguntó la expresidenta a la multitud que colmó el estadio de Racing y a lo que completó: "Evita a Cristina; Perón a Taiana y los dos juntos a Unidad Ciudadana".
Así, CFK eligió recuperar el simbolismo peronista a solo seis días de las elecciones legislativas, después de años de un vínculo discursivo distante que derivó en la conformación de un frente que fracturó al PJ, y retornó a los actos multitudinarios que conforman la tradición del justicialismo.
Motivada por el ajustado resultado de las PASO, Fernández de Kirchner debió imprimir dos novedades a su mensaje: apeló, por un lado, al peronismo tradicional, a diferencia de la marca ciudadana que "vendió" hasta agosto, y batió, además, el parche del "voto miedo" ante el "ajuste" que representaría una victoria de Cambiemos. Lo novedoso de su nuevo armado quedó, entonces, a un costado: luego de haber desplegado una campaña minimalista con los problemas del ciudadano en el centro de la escena, la expresidenta se zambulló en la maquinaria del aparato peronista y llevó toda la liturgia del partido al estadio de la Academia.
Los micros estacionados en las inmediaciones, los bombos de la hinchada y las parrillas desplegadas en los ingresos fueron la muestra final del retorno a las fuentes, después de haber renegado de las identificaciones partidarias durante el tránsito a las PASO. Ese viraje de la estética fue correspondido con la adopción de un mensaje superador de las diferencias entre peronistas, a través de la aritmética de la sumatoria: cada compañero deberá convencer a dos más, dijo Cristina, para ganarle las elecciones a Cambiemos.
En su mensaje, que duró una media hora, la candidata cargó contra el gobierno nacional cuando dijo: "Basta ya Macri con tanta malaria para el pueblo". "Hoy qué diferencia puede separarnos de quienes somos peronistas frente a un gobierno que está haciendo las cosas que está haciendo", fue uno de los latiguillos que le sirvió a la candidata para subirle un poco más al tono peronista del frente Unidad Ciudadana. Incluso, en el arranque de su discurso, la expresidente señaló que "en esta víspera del 17 de octubre, no vamos a recordar la historia sino venimos con la vocación política que significa pertenecer a un espacio político que siempre ha hecho honor a la lealtad".
"Hoy tenemos un gobierno que prometió el oro y el moro, prometió pobreza cero, que no había tarifazos, que no ningún trabajador pagaría impuestos a las ganancias, que todo lo bueno se iba a respetar y que solo se mejoraría lo que estaba mal, y hoy aquí después de 20 meses de gobierno podemos comprobar que la única lealtad de Macri es a los grupos concentrados", agregó. Entre las consignas agitadas por músicos y animadores, uno de los llamados fue a "saltar para no ser de Donald Trump".