La cantante pop Pink superó los problemas de salud que arrastró en los últimos días afectada por una gripe y entonó el himno de los EE.UU. previo al inicio de la 52° edición del Super Bowl que se disputa en el U.S. Bank Stadium de Minneapolis entre los Philadelphia Eagles y New England Patriots.

 

La cantante mostró cierto nerviosismo antes de empezar a cantar e incluso fue criticada en las redes por desafinar en una nota. Pero lo más curioso, también criticado, fue que se sacó un chicle de la boca antes de cantar y lo lanzó al césped. Luego sonrió e inició su canto.

 

 

 

 

 

 

 

 

Los jugadores de ambos equipos escucharon atentamente a Pink, y ninguno de ellos se arrodilló, como durante toda la temporada lo hicieron algunos como protesta política. El acto de arrodillarse de los jugadores incluso llevó al presidente Donald Trump a pedir que los propietarios de equipos despidieran a quienes se arrodillaran.

 

Esta vez ninguno de ellos recurrió a esa muestra de protesta y Pink concluyó el himno en medio de la gran ovación que le ofrecieron los 73.000 espectadores que llegaron para presenciar el partido.