En la habitación sólo se escucha el ruido de las tijeras cortando papel. Los chicos están un poco nerviosos, pero sobre todo concentrados para no cometer algún error que ponga en riesgo la preservación del patrimonio histórico. Son Ramiro Guardia (16), Cristian Leiva (20), Celeste Aguilar (14) y Fernando García (17), que padecen de una discapacidad mental y que decidieron experimentar el mundo laboral, realizando diferentes tareas en la Casa Natal de Sarmiento. Es la primera vez que chicos con discapacidad trabajan en esta institución. Esto fue posible gracias a un convenio de cooperación entre este museo y la Escuela de Educación Especial Merceditas de San Martín, para que sus alumnos hagan su práctica laboral en este Monumento Histórico.
Ramiro quiso estar solo es una de las mesas. Fue para poder trabajar con comodidad y precisión en la confección de las guardas con las que se revestirán los libros más antiguos que hay en la Casa. Con lápiz negro y regla marcó el modelo sobre el papel especial que evita la proliferación de hongos, de humedad o de cualquier otra condición ambiental que puede dañar los ejemplares. No se demoró mucho en armar la primera guarda, ya que practicó durante un mes antes de su debut laboral en la sección de Conservación de Objetos. "El año pasado comenzamos a implementar en la escuela el sistema de inclusión y práctica laboral. La primera práctica la realizaron cuatro alumnas en un Nivel Inicial. Esta, en la Casa de Sarmiento, es la segunda y los chicos están muy entusiasmados. Se prepararon durante un mes para poder desempeñar las tareas encomendadas a la perfección. Y fue por propia iniciativa de la gente del Museo", dijo Alicia Brizuela, profesora de Inclusión Laboral en la escuela de educación especial.
Melina Santiago, guía y responsable de proyectos inclusivos en la Casa Natal, fue quien dio el puntapié inicial para que los alumnos de esta escuela puedan hacer la práctica laboral en este lugar. También se encargó de la logística para concretar la propuesta. "Cuando me enteré que la Escuela Merceditas tenía este sistema de pasantías, ofrecí el Museo para que las hicieran. Primero hablé con el personal de cada sector para determinar quién estaba dispuesto a contar con la colaboración de los chicos y en qué tareas necesitaban mano de obra para poder favorecerle a la escuela la selección de los postulantes, teniendo en cuenta sus habilidades y capacidades. Así surgió que los alumnos trabajaran en el área de Conservación de Objetos, Banco de Imágenes y Biblioteca. Ahí comenzó la capacitación y adaptación", dijo Santiago.
Mientras en los talleres de la escuela los chicos realizaban tareas para trabajar la motricidad fina, paralelamente participaban con sus trabajos en exposiciones que en la Casa de Sarmiento. Por último, tuvieron una visita exclusiva con un doble objetivo. "Con esta visita no sólo quisimos que conocieran los detalles de la vida de Sarmiento, sino también el valor patrimonial de cada objeto que se guarda en la Casa, y que vean que con su trabajo están ayudando a conservar estos tesoros para que más gente los conozca", dijo Santiago.
En tanto que Brizuela dijo que el objetivo de las prácticas laborales es lograr que los chicos se familiaricen con un ámbito desconocido, aumenten su autoestima, adquieran independencia y superen las barreras sociales, y aprendan a respetar las pautas de trabajo como respetar horarios, acatar órdenes, ser responsable, movilizarse y mantener una buena presencia.
Régimen de la práctica
Los cuatro alumnos de la Escuela de Educación Especial Merceditas de San Martín realizarán su práctica laboral en la Casa de Sarmiento durante un mes. Asistirán a trabajar tres días a la semana, de 14.30 a 15.30.
Participación voluntaria
Realizar una práctica laboral no es una medida obligatoria para la Escuela Merceditas de San Martín. Para realizar esta práctica en la Casa de Sarmiento se capacitaron siete alumnos, pero sólo cuatro de ellos decidieron concretar su participación.