El Congreso chileno aprobó ayer un proyecto de ley para reducir de 45 a 40 horas semanales la jornada laboral, una promesa de campaña y uno de los principales proyectos impulsados por el presidente Gabriel Boric.
La normativa, que ya tenía media sanción del Senado, contó con 127 votos a favor, 14 en contra y 3 abstenciones en la Cámara de Diputados y quedó lista para convertirse en ley cuando la promulgue el mandatario, que logró darle impulso a la iniciativa que estaba en trámite desde 2017.
El proyecto modifica el artículo 22 del Código de Trabajo que pasará a establecer una jornada laboral de 40 horas en lugar de las 45 que figura actualmente. La implementación de la ley se hará de forma gradual en un plazo de cinco años a contar del primer año en que se publique en el diario oficial. La reducción se aplicará con la fórmula 1-2-2, eso quiere decir que durante el primer año se reduce una hora, al tercer año dos horas más y al quinto años las dos restantes.
El proyecto llevaba más de seis años en trámite parlamentario, fue impulsado por legisladores del Partido Comunista (PC) y es considerado uno de los más emblemáticos del Gobierno de Boric.
La normativa incluye la compensación de horas extraordinarias por hasta cinco feriados adicionales, además de establecer sistemas excepcionales de trabajo y el sistema de jornada cuatro por tres (4×3), que consideran áreas como minería, pesca o turismo.
De esta forma, la nueva ley podrá promulgarse antes del 1 de mayo, Día del Trabajador, por lo que comenzaría a operar en la misma fecha de 2024, terminando su implementación total en 2028.
"El mandato de nuestro Gobierno es avanzar hacia una mayor justicia y no me cabe ninguna duda que mejoras como las 40 horas son indispensables", reaccionó Boric en Twitter. "Hoy ha quedado demostrado que, aunque algunos pensaran que era imposible avanzar en una mejor calidad de vida para los trabajadores de nuestro país, sí se puede", dijo por su parte tras la votación la ministra de Trabajo, Jeannette Jara.