Un reo que gozaba de salidas transitorias murió ayer al estrellarse en moto contra un utilitario, en Chimbas. Iba con su cuñado, quien sufrió graves lesiones y ayer peleaba por su vida.
La víctima fatal fue Emiliano Denis Sosa (27), integrante del conocido clan criminal apodado "Los Pastelitos", con asiento en el chimbero Barrio Dorrego. Sosa cumplía una condena de 12 años por el homicidio de Alejandro "Carasucia" Álvarez (22), ocurrido el 14 de abril de 2013 en esa villa, más conocida como "Cueva del Chancho".
Hacía tres meses que comenzó con las salidas transitorias, todos los miércoles de 7 a 21. Todos esos días lo pasaba a buscar por el Penal su cuñado y compinche Franco Maximiliano "Patón" Ruiz (23), otro sujeto que tuvo problemas con la ley: hace 3 meses salió en libertad tras una condena a 4 años por una megacausa por drogas.
Esta vez Sosa apenas disfrutó unos minutos de su libertad. Sobre las 7.45, cuando guiaba la Honda 200 cc por Maradona rumbo al Norte, no pudo hacer nada para evitar el impacto contra la Renault Kangoo en la que una mujer de apellido Guzmán (41) salía hacia el Oeste por una de las proyectadas del Barrio Jardines Del Sol.
Guzmán quería doblar por Maradona hacia el Sur y la hipótesis de los investigadores es que no vio la moto o que creyó que le iba a dar tiempo de cruzar.
Los pesquisas además daban por hecho que el motociclista conducía a altísima velocidad, y que ninguno de los dos llevaba casco.
El resultado del violento impacto fue desastroso: Sosa murió prácticamente en el acto y Ruiz quedó muy complicado, con traumatismo de cráneo grave, fractura de maxilar y tabique nasal, y otra quebradura en una pierna, dijeron fuentes policiales.
Por su parte, pese a que el impacto fue de su lado, Guzmán solamente sufrió algunos raspones y escoriaciones. Quedó detenida en la seccional 26ta, acusada de homicidio culposo (matar sin intención).
Ayer la madre de Ruiz contó que era una rutina que todos los miércoles su hijo fuera a buscar a su cuñado al Penal. Luego se iban a la casa de Ruiz, ubicada a apenas dos cuadras del lugar del accidente, y allí pasaban el día hasta que a las 21 Sosa regresaba a la cárcel.
Si bien la moto era de su hijo, Sosa "parece que tenía la adrenalina de salir del Penal y manejar él, de sentirse libre", supuso la mujer.
Además, comentó que entre ellos se llevaban muy bien y que su hijo había dejado su pasado atrás y que estaba por entrar a trabajar a una empresa.