"¿Dónde está mi hijo? Yo me muero, díganme dónde está. ¿Se ha muerto Emanuel?". Los gritos de la mujer sobresalían en medio del silencio. Un familiar la sostenía y trataba de tranquilizarla, pero apenas el fiscal se arrimó y les confirmó el deceso, todo fue mucho peor. "No puede ser, Dios mío, no puede ser. ¿Por qué? ¿Por qué? Yo me tengo que morir, Dios, yo me tengo que morir", repetía más fuerte, mientras se golpeaba contra un auto y lloraba. Esa escena desgarradora ocurría metros antes del cordón policial que custodiaba el cadáver de su hijo, Emanuel Brusa (29), que perdió la vida a eso de las 18.20 de ayer al chocar en su moto contra una camioneta que se le atravesó, en Rivadavia.

Según fuentes judiciales, la víctima circulaba en una Yamaha MT03 321cc por Comandante Cabot rumbo al Oeste. Lo peor ocurrió cuando el conductor de una Ford F-100 identificado como César Barraza intentó salir del Barrio Natania XVIII por la Avenida Bellas Artes, es decir, en dirección al Norte.
"No lo vimos porque nos taparon los árboles. Lo vimos recién cuando ya estábamos cruzando, ahí frenamos pero no nos pudo esquivar. La camioneta ya estaba detenida cuando nos chocó, pero venía muy rápido. Voló y cayó con todo al piso. Cuando lo fuimos a ver hacía fuerza para respirar, pero no aguantó", reveló a este diario el joven que iba como acompañante en la camioneta. Dijo además que trabajan para Ecogas y que a esa hora cumplían con una tarea.
El impacto del motociclista contra el suelo fue el que lo sentenció, pese a que llevaba casco. La moto quedó a unos metros, sin muchos daños visibles.
El caso es investigado por la UFI Delitos Especiales, ayer a cargo del fiscal Renato Roca, que como primera medida dispuso el traslado de Barraza a la seccional 13ra. "Está totalmente shockeado", expresó su compañero de trabajo, que se tomaba la cabeza cuando escuchaba el llanto de la madre de la víctima.
El conductor deberá ahora contar su versión ante un juez. Brusa era un apasionado por las motos y la fotografía.
