Cinco personas murieron hoy en un tiroteo masivo en un banco de la ciudad estadounidense de Louisville, informó la Policía, que agregó que el agresor también murió.

Otras ocho personas resultaron heridas y fueron trasladadas a un hospital tras el tiroteo en el edificio del Old National Bank de la ciudad más poblada del estado de Kentucky, agregó la Policía.

Entre los heridos hay dos oficiales de Policía, dijo jefe de la fuerza local, Paul Humphrey, a periodistas frente al lugar de los hechos.

El tirador murió y “la población ya no está en peligro”, agregó.

Humphrey dijo que la Policía recibió por la mañana llamadas en la central de emergencias por un hombre que empezó a disparar un rifle de asalto en el banco ubicado en el centro de Louisville.

Agregó que el tirador no fue identificado y que tampoco estaba claro cómo murió.

No obstante, la Policía sospecha que se trata de un exempleado de la institución, dijo el comisario, informó la agencia de noticias AFP.

Una mujer que esperaba en el semáforo para cruzar con su auto dijo que vio a una víctima en el suelo y una de las ventanas del edificio bancario rota, y que aceleró al escuchar tiros, informó la cadena CNN.

Varios supervivientes se refugiaron en una bóveda del banco, agregó la cadena de noticias.

El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, pidió rezar por las familias de las víctimas.

“Por favor, recen por todas las familias afectadas y por la ciudad de Louisville”, tuiteó el gobernador demócrata.

La Casa Blanca dijo que el presidente Joe Biden había sido informado del tiroteo.

Decenas de miles de personas mueren cada año en tiroteos masivos en lugares públicos de Estados Unidos, un fenómeno mundial casi único que se relaciona con la facilidad de portación de armas en ese país.

Según estudios, el país tiene más armas que habitantes, uno de cada tres adultos tiene al menos un arma.

El último tiroteo registrado en Estados Unidos fue el 27 de marzo en una escuela primaria en Nashville, en el sureño estado de Tennessee, cuando una mujer abrió fuego y mató a tres niños y a tres adultos antes de ser abatida por la Policía.