Referente clave. Pescarmona, referente de una de las diez empresas más grandes de Latinoamérica según la lista más reciente de América Economía. Fue considerado uno de los cinco CEO más exitosos de las "multilatinas".

 

 

Enrique Pescarmona se presentó ayer espontáneamente ante la Justicia en el marco de la causa de los cuadernos de las coimas para pedir ante el fiscal Carlos Stornelli ser considerado arrepentido. El empresario acordó con Stornelli convertirse en arrepentido. Falta que lo homologue el juez Claudio Bonadio.

Eso ocurrió después que Francisco Valenti, directivo de Industrias Metalúrgicas Pescarmona SA, firmara un acuerdo como imputado colaborador con la fiscalía que está sujeto a la homologación de Bonadio.

Enrique Pescarmona está vinculado con la causa que investiga un entramado de sobornos por más de 200 millones de dólares. En esta causa, según la acusación formal de Stornelli, la estructura delictiva contó con la participación de directivos y ejecutivos cuyas compañías eran contratistas del Estado.

Valenti está imputado como partícipe de la asociación ilícita comandada por la senadora nacional y expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. El empresario está señalado de haber realizado pagos ilegales por 2,8 millones de dólares. Durante el kirchnerismo, la empresa Pescarmona buscó ganar el contrato de las represas de Santa Cruz, obra adjudicada a Electroingeniería cuyo presidente está preso y acusado de ser parte de la estructura de sobornos.

Enrique Pescarmona es dueño de la compañía que ganó una licitación de 520 millones de dólares para la fabricación de diez turbinas para la central hidroeléctrica de Tocoma. Un negocio que no salió como se esperaba y la empresa terminó endeudada en 1.100 millones de dólares.

Enrique Pescarmona, uno de los empresarios más poderosos del país, se presentó ayer en los tribunales porteños de Comodoro Py para sumarse a la lista de arrepentidos que despertó la causa de los "cuadernos de las coimas K". Después de 30 días de que se ordenara la detención de uno de sus hombres claves en la firma, Francisco Valenti quien aún continúa preso-, Pescamona apareció bajo la lluvia subiendo las escalinatas del edificio de Retiro para pedir una audiencia con Stornelli.

Pescamona y Valenti buscan seguir los pasos de otros implicados en este expediente: como Ángelo Calcaterra con Javier Sánchez Caballero (en IECSA); o Luis Betnaza con Héctor Zabaleta (en Techint). Es decir que las cabezas de las compañías respalden lo que hicieron sus subordinados, detenidos por orden de Bonadio.

Valenti, por el momento, sigue preso. La Cámara Federal le rechazó a Valenti la posibilidad de salir en libertad. El camino de la confesión pareció, a ojos de la defensa, el más cercano a sacarlo de prisión.

 

Chediack compromete a De Vido

 

Juan Chediack, quien fuera presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) declaró como arrepentido. Confesó haber integrado el Club de la Obra Pública que cartelizó los precios y las licitaciones y admitió haber pagado coimas.

Según pudo reconstruir el sitio online de noticias Infobae a partir de fuentes vinculadas al caso, en su declaración como arrepentido, Juan Chediack reveló que le pagó coimas personalmente a Julio De Vido en el living de la casa del exfuncionario kirchnerista y en el baño del ministerio de Planificación.

Juan Chediack comenzó su declaración como arrepentido con explicaciones acerca de la situación de su empresa constructora José J. Chediack. Dijo que era la sexta compañía del país por facturación cuando comenzó el gobierno kirchnerista y en 2015 estaba en el puesto 27. Y que su situación había cambiado desde que asumió el gobierno de Mauricio Macri ya que aumentaron la facturación: pasaron de unos 80 millones a 250 millones de dólares.

Explicó que en julio de 2003, meses después de la asunción de Néstor Kirchner, Carlos Wagner, quien presidió la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), le pidió que lo acompañara a ver a De Vido.

 

¿Durán Barba?

Julio De Vido dijo que fue el consultor Jaime Durán Barba, muy cercano al presidente Mauricio Macri, quien redactó "los cuadernos" en los que Oscar Centeno, el ex chofer de su segundo en el ministerio, detalló cómo se trasladaban millones de dólares de coimas.