Ningún dirigente político lo va a mencionar micrófono en mano, pero todos, absolutamente todos, ya están relojeando las elecciones nacionales del año que viene. Aún nadie sabe qué va a pasar y si quiera si se cumplirá un calendario electoral acorde a la finalización de los mandatos, pero todos saben que de una forma u otra, en un momento u otro, habrá que hacer alianzas, presentar candidatos, armar campañas y aceptar los resultados; todo en 2021. Los líderes de la oposición son los que más se están moviendo, ya que el oficialismo está bastante ocupado en las cuestiones de la gestión, porque de ello también dependerá lo que ocurra en las urnas: ahora, además del factor económico, es muy probable que los votantes evalúen también a sus representantes por los resultados de la gestión sanitaria. Luego de esas salvedades y trazando una línea temporal muy caprichosa, podemos decir que si no hubieran pandemia ni distanciamiento, el octavo mes del año anterior a una elección es buen momento para perfilar acuerdos, pero como este año es excepcional, nadie va a cumplir con esos tiempos, o al menos nadie lo hará de manera pública. En este contexto extraño y lleno de incertidumbres, curiosamente la oposición y el oficialismo se enfrentan a desafíos parecidos: los muchachos que nacieron a la sombra de Roberto Basualdo deberán decidir si quieren dejar de ser segundos cómodos o si en serio pretenden cambiar la historia. Si eligen la última posibilidad, deberán pensar en otra "marca". Producción y Trabajo (PyT) o el "basualdismo" son trampolines para podio, pero no para primer lugar. Es como la Pepsi y la Coca Cola. Nada en contra de Basualdo, porque increíblemente aún sigue alto en la consideración popular; no le pasa lo mismo a su contemporáneo José Luis Gioja, por ejemplo. Pero el senador nunca pudo alzarse con el primer lugar, eso es una realidad inobjetable y marcada a fuego en los sanjuaninos. Por el lado del peronismo el quid de la cuestión también es dar vuelta la página. No puede ser que aún alguien hable de giojismo luego de la aplastante victoria interna de Sergio Uñac a comienzos de este año. Si algún dirigente está en contra o no coincide con el Gobernador por algún motivo, puede ser candidato, pero es un error muy básico hacerlo de la mano de alguien que no pudo ni siquiera conservar su departamento. Como ocurrió con Basualdo renglones más arriba, lo de Gioja tampoco es una crítica, es una verdad absoluta. Si alguien usa el giojismo luego de lo que ocurrió, es porque no quiere ganar, sólo dañar. En el medio de las coincidencias entre el oficialismo y la oposición hay mucho más, ya que posiblemente estemos pensando sólo en lo que harán Uñac y Marcelo Orrego, pero habría que sospechar también de Fabián Martín, quien ya dice cosas de candidato a gobernador.
VAMOS POR PARTES
Para las elecciones legislativas del año que viene San Juan tendrá en juego tres cargos nacionales en la Cámara de Diputados. Las bancas que estarán en consideración de los votantes son las que hoy cubren Walberto Allende, Francisco Guevara (Frente de Todos) y Eduardo Cáceres (PRO). Tanto el nuevejulino como el referente del PRO llegaron al congreso en diciembre de 2017, mientras que para el caso de Guevara, fue el reemplazante de Daniela Castro, luego de que la legisladora decidiera dejar su banca para cubrir un puesto en Fabricaciones Militares.
Todo indica que por el lado de la oposición, habrá internas, aunque aún resta un mar de tiempo. El primero que abrió la puerta para la disputa dentro del frente Con Vos, fue el exdiputado provincial mandato cumplido, Eduardo Castro. En diálogo con el programa Demasiada Información de Radio Sarmiento indicó que, para el año que viene, la UCR presentará candidatos propios "tal cual lo viene haciendo históricamente". La frase de Castro surgió luego de la consulta de si apoyaría a Cáceres para una reelección en el Congreso, a lo que el radical respondió que "lo normal es que presentemos candidatos propios" y aclaró que es una decisión orgánica del partido a nivel nacional. El radicalismo nacional aparece dispuesto a pelear puestos de mando, mucho más luego de las notorias diferencias entre los muchachos de Mauricio Macri. Y peor aún con las dudas que despierta el expresidente en todos los argentinos: se fue a Francia en medio de un casi colapso institucional y político del país. No es la mejor señal que digamos. De igual forma, es probable que los radicales sanjuaninos salgan a decir que presentarán candidatos y que después no lo hagan. No es fácil bancarse una campaña y no tienen referentes instalados. Castro puede estar exagerando y no es mala idea.
Quien también se mostró en la línea de presentar candidatos, fue Cáceres. El referente del macrismo en San Juan explicó que "el PRO tiene, a nivel nacional, una fuerza política con objetivos para el 2023 y, en el 2021, va a tener un representante en cada provincia". Cáceres conserva aún fuertes vínculos con Emilio Monzó y algunos otros referentes nacionales del PRO. Es más, sonó hace un par de semanas que lo habían tentado para mudarse a otro distrito y ayudar a los muchachos de amarillo desde otro lugar, pero parece que eso quedó en nada. El problema del diputado es que se quedó sin amigos en San Juan luego de una desastrosa gestión al frente de Propuesta Republicana. Es decir, tiene virtudes, pero problemas también.
En el caso de PyT, fuentes calificadas indicaron que el espacio apostará para que alguien del sector encabece la lista de candidatos. Así, con los tres principales partidos de la oposición con el objetivo de presentar candidatos propios en los comicios, perfila una interna para las elecciones legislativas de 2023. Cabe recordar que en la última elección nacional, de 2019, la fuerza opositora de Con Vos obtuvo el 38,3 por ciento de los votos. Con esa cifra Orrego fue electo diputado nacional, quien compitió con al cargo de gobernador en las elecciones provinciales. En dicha puja, el exintendente de Santa Lucía cayó por casi 22 puntos, debajo de Uñac. Ya en los comicios nacionales el diputado obtuvo un resultado mejor, con una diferencia de 16,42 por ciento sobre el frente que encabezó el gobernador.
Más allá de los nombres, lo primero que el llamado "basualdismo" deberá definir es qué quiere. Para qué quiere competir. Si los dirigentes de ese espacio verdaderamente quieren llegar a gobernar San Juan en algún momento, deberán forjar una nueva identidad. Es difícil tener y venderle al ciudadano un ADN en un país cuya mística política sólo es asociada al peronismo o al radicalismo. PyT es un partido provincial que no tiene identidad y, de lograrla, está asociada a la derrota, al segundo lugar. Orrego viene hablando de Con Vos, el frente que lo ayudó a esquivar Cambiemos en la elección pasada. Es posible que esa sea la solución. Veremos.
El exintendente de Santa Lucía viene ejerciendo un fuerte mando, al menos puertas hacia adentro. Las candidaturas de la última elección las eligió él, no dejó que nadie le interfiriera y dejó la sede histórica de PyT, a pesar de que podía quedarse. Evidentemente está intentando tomar el mando con otra identidad, aunque aún no se sabe cuál será.
Después aparece el intendente de Rivadavia, Fabián Martín, quien no tiene posibilidad de continuar en ese municipio luego de 2023 y claramente tiene intenciones de quedarse en la política sanjuanina. Aún sabiendo que el oficialismo corre con ventaja por ser gestión local y nacional, el rivadaviense ya mira con cariño una posible candidatura a la gobernación y está trabajando en ese sentido. Martín respetará si Orrego decide postularse como gobernador, pero necesita claridad, quiere un mapa. Es difícil que eso ocurra, porque el santaluceño tiene por costumbre dar a conocer lo que hará en las últimas horas de las negociaciones. Una candidatura a gobernador no se prepara en un año. Si Orrego no quiere postularse en 2023 (y es lo más probable que ocurra) tendría que dar a conocer esa novedad sobre fines de este año o comienzos del siguiente, para darle tiempo a otro dirigente a que se prepare. Eso será clave para mantener la paz entre ambos. Hay mucho que resolver y los tiempos, a pesar de la pandemia, siguen corriendo.