Una tragedia aérea enlutó este domingo a Colombia. Un helicóptero del Ejército se desplomó en pleno vuelo y se cobró la vida de cuatro militares que se encontraban a bordo. El presidente colombiano, Gustavo Petro, aseguró que no hubo sobrevivientes en el accidente registrado en Quibdó, en el oeste del país.
El mandatario envió un mensaje de condolencias a las familias y lamentó la muerte de los militares Héctor Jerez Ochoa, piloto al mando; Julieth García Cordero, piloto; Johan Orozco Neira, jefe de tripulación; y Rubén Leguizamón Perilla, técnico de vuelo. “No los dejaremos solos”, indicó Petro en un mensaje de Twitter.
El mandatario ordenó a las autoridades desplazarse hasta Quibdó, la capital del departamento de Chocó, para atender e investigar las causas de la emergencia.
Por su parte, el coronel Héctor Candelario, comandante de la fuerza de tarea Titán, precisó que los uniformados iban a "llevarle alimento" a otros soldados “que cumplen misiones en el alto y bajo Baudó”, donde tienen fuerte presencia grupos armados ilegales. El helicóptero quedó "incinerado totalmente", añadió el oficial.
Candelario dijo también que algunos pobladores del lugar aseguraron que "dos de los militares saltaron de la aeronave antes de que se estrellara contra el suelo". Videos divulgados en las redes sociales muestran el momento en que el helicóptero da vueltas antes de desplomarse en la zona rural de Quibdó.
El Ejército, que extendió un mensaje de solidaridad a las familias de los militares que perdieron la vida y anunció que les dará apoyo y acompañamiento, detalló en un comunicado que se trataba de la aeronave Bell UH-1N, un helicóptero militar multifuncional de tamaño mediano.
Ese tipo de aeronaves han sido usados en Colombia desde hace décadas en operaciones contrainsurgencia, vigilancia aérea, rescate, evacuaciones, abastecimiento e incendios.
Quiénes eran los militares muertos por la caída del helicóptero
El capitán Jerez Ochoa, de 32 años, era el piloto del UH-1N con 13 años de servicio y contaba con un entrenamiento especializado en Estados Unidos para ese tipo de aeronaves. Era del Arma de Aviación, piloto de ala rotatoria, profesional en Ciencias Militares, administrador logístico y especialista en Ciencias Militares para el Planeamiento.
Por su parte, la teniente García Cordero, de 31 años, se convirtió en 2020 en la primera mujer del ejército colombiano en ser piloto de un UH-1N. Oriunda de Cúcuta, Norte de Santander, había ascendido al grado de subteniente en el 2015.
El sargento Orozco Neira, en tanto, tenía 31 años y era de Barranquilla. Era casado y tenía dos hijos. Había ingresado a la escuela Militar de Suboficiales en marzo de 2008 y ascendió al grado de cabo tercero en septiembre de 2009.
Por último, el Sargento segundo Leguizamón Perilla ingresó a la Escuela Militar de Suboficiales el año 2009. Bogotano de 35 años, estaba casado y tenía un pequeño hijo de cuatro años.