Época de oro de la radio sanjuanina

Cuando el reloj marcaba las 20 y el dial estaba fijado en la AM de Colón, se encendía la tarde-noche sanjuanina. Sonaba de fondo la inconfundible Cumparsita y a continuación la voz de Guido Iribarren: ‘Cuando la tarde busca refugio en la noche, estamos en este encuentro en la radio, con Colón Esquina Tango’.

‘¿Cómo le ha ido hoy, cuántas zancadillas le han hecho…?’, preguntaba para empalmar sus lecturas diarias, invitando la reflexión con lecturas varias. Las llamadas saturaban las líneas, las mejores orquestas de la época y los artistas de la música arrabalera tenían como cita obligada este espacio radial.

El programa conducido por Guido fue el polo de difusión del tango por excelencia en la provincia y elegido por la comunidad artística, tanto local como nacional; y marcó una época en la radiofonía sanjuanina.

Las primeras transmisiones iniciaron en la primavera del 65 como ‘Ecos de Arrabal’; pero a los pocos años, creció en nivel de audiencia y pasó a llamarse ‘Colón esquina Tango’.

‘Fueron mis primeros momentos en el micrófono, porque hacía una residencia en Radio Colón. A los 28 años me dedicaba a la redacción de noticias en el departamento de prensa para el informativo, junto al locutor Poblete Barrios’, recuerdó Guido en una entrevista que brindó a este medio a finales del 2015.

El fuerte del envío eran los comentarios, los editoriales, el recitado y los análisis de las letras de las canciones tangueras, pero también la difusión de los principales espacios tangueros en la ciudad, como el Salón Buenos Aires, el Sporting Estrella y la Pista Mitre.

La fuerza del tango en aquellos años tuvo un gran impulso marcado por Radio El Mundo y Radio Belgrano, a las que LV1 conectaba sus transmisiones, bajando legendarias emisiones como la del Glostora Tango Club. Fue en esa era dorada que surgió este programa local que invitaba al debate, a la reflexión, al entretenimiento, la poesía y a escuchar tangos hasta que las velas dejen de arder.

‘Era el centro de la discusión de la música popular. Por su alcance y al ser el único programa de este tipo, se convirtió en el más escuchado, llegaba a Salta, a Chile. No había televisión todavía y los sanjuaninos se juntaban a la 20 para escuchar la radio. Familias, trabajadores del comercio, mecánicos, carpinteros, todos estaban prendidos en la radio’, relató Iribarren.

‘No toque la perilla, no toque la perilla, que está escuchando la Esquina Tango’, era la muletilla habitual del ciclo que fue parte de la programación estable de la emisora por casi cuatro décadas.