Los ingresos obtenidos del trabajo en todo el mundo se redujeron en un 10,7%, o 3,5 billones de dólares, en los primeros nueve meses de 2020, en comparación con el mismo período hace un año, dijo ayer la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La cifra, que no incluye el apoyo a los ingresos proporcionado por los gobiernos para compensar los cierres de lugares de trabajo durante la pandemia, equivale al 5,5% del PBI mundial durante los primeros tres trimestres de 2019.
Este nuevo informe sobre los efectos de la pandemia en el mercado laboral global, el sexto que elabora el organismo de la ONU, empeora las cifras del anterior, realizado de junio, en el que la pérdida de empleos se había cifrado en el equivalente a 400 millones, siempre comparando con cifras del año anterior.
Los 495 millones de empleos ahora calculados, que suponen una pérdida del 17,3% de las horas de trabajo, podrían moderarse en el tercer y cuarto trimestre, pero la OIT aún prevé en esos periodos descensos equivalentes a 345 y 245 millones de empleos respectivamente.
El eje de estos cálculos -según la OIT-, es la situación de las economías en desarrollo y emergentes, en particular en el sector informal, que se ha visto mucho más afectado por la pandemia que otras actividades económicas.
Latinoamérica es la más afectada en términos relativos, con una pérdida de horas de trabajo en el segundo trimestre del 33,5% (equivalente a 80 millones de empleos) que seguirá siendo alta en el tercero, hasta el 25,6% (60 millones de empleos), según la organización con sede en Ginebra, Suiza.