El viaje a las Islas comenzó este miércoles por la noche, pero el contacto con Malvinas será en la siesta de este sábado, si el tiempo no juega una mala pasada. Antes, el contingente sanjuanino estará dos días en Río Gallegos, donde visitarán el museo que hay en aquella ciudad santacruceña.
La estadía en el archipiélago será de seis días, volviendo al país el 17 de marzo. No hay restricciones para la delegación y cada veterano podrá andar sin problemas en todo el territorio. Habrá dos momentos culmines que marcarán el viaje: la visita a los montes Tumbledown, Harriet, William o Dos Hermanas. Son los sitios donde en 1982 se libró la guerra. Los campos de batallas están prácticamente intactos. Trincheras, artillería, botas de los soldados y cientos de elementos que con el paso del tiempo se mantienen, y que cualquier visitante está obligado a no alterar.
Un día después, el 14 de marzo, los vetearnos pisarán Darwin, donde reposan las almas de los soldados argentinos.
El Ministerio de Gobierno de San Juan, al frente de la organización, viaja con una jefa de grupo, Beatriz Muñóz, el empresario de viajes Saúl Saidel (ganó la licitación para todo el servicio) y un médico psiquiatra, Sebastián Varea; además de Fabricio Rodríguez que es de prensa de Gobierno.
La tarea del médico es clave y no comenzó con la partida hacia Malvinas, sino mucho tiempo antes. Es el apoyo que tendrán los excombatientes para descargar sus inquietudes en un viaje que promete remover lo más interno de estos verdaderos héroes.