Apenas habían pasado dos meses del comienzo del año y Sergio Denis ya estaba con su agenda laboral completa. Ese lunes 11 de marzo debía ofrecer un show en Tucumán, al día siguiente tenía programado un recital en la ciudad de Rosario y para el otro fin de semana estaban previstos dos eventos privados. A los 69 años, el creador de más de 150 canciones, entre ellos hits imbatibles como “Gigante chiquito”, “Un poco loco”, “Te quiero tanto” y “Cada vez que sale el sol”, mantenía su vigencia en un público que lo seguía fiel. El cantante se mostraba vital, incluso se había enamorado otra vez. La elegida era Verónica Monti, una mujer tres décadas más joven y ex compañera de colegio de una de sus hijas.

Esa noche en Tucumán, Denis volvió a encontrarse con sus seguidoras como tantas otras veces. En su mayoría mujeres que gritaban de alegría apenas asomaba al escenario con su cabellera canosa y simpatía intacta. El recital transcurría con tranquilidad. En un momento, el músico hizo alusión a la gente que está cerca de Dios, y a los médicos y enfermeras.

“Quiero recordar una frase de Bertold Brecht, el pensador alemán, que tiene que ver con la gente de la salud, tiene que ver con quienes están cerca de Dios, con quienes nos salvan la vida en momentos determinados: los médicos, las mucamas, las asistentes, las enfermeras que trabajan con toda la fe, la fuerza y en cada uno de los hospitales y clínicas”.

El intérprete de “Te quiero tanto” y “La vida vale la pena”, siguió: “Y él decía que hay hombres y mujeres que luchan días, y son buenas. Hay unas que luchan meses, y son mejores todavía. Y hay quienes luchan toda la vida, esos son los imprescindibles. Ustedes son los imprescindibles. Muchas gracias”.

Sus seguidoras comenzaron a aplaudirlo y a gritarle que lo querían. Sergio agradeció el cariño y, como buen profesional, continuó con el espectáculo. Comenzó a cantar “Te llamo para despedirme”, pero en un momento un movimiento desafortunado o un mal cálculo hizo que se precipitara en el foso de la orquesta del teatro. Cayó desde una altura de casi tres metros. En medio del asombro, varios espectadores lograron auxiliarlo mientras otros solo atinaban a filmar con sus celulares.

En grave estado, una ambulancia lo trasladó al Hospital Público Ángel C. Padilla. Denis entró al quirófano a las 23.30. La directora del Hospital, Olga Fernández, explicó que el cantante presentaba “hematomas cerebrales, múltiples contusiones, una hemorragia, un importante edema cerebral, una fractura del hueso temporal en la cabeza y una fractura al nivel de la clavícula y el omóplato”.

Los primeros partes no eran esperanzadores. Incluso su hermana, Nora, dijo que “estaba más en manos de Dios que de los médicos”. Con el correr de los días el cantante no mejoraba pero tampoco empeoraba, lo que era una buena noticia dentro de un cuadro complejo.

El 13 de abril se decidió su traslado a Buenos Aires en un avión sanitario. Quedó internado en el Sanatorio de los Arcos, en Palermo, y fue intervenido dos veces. La primera cirugía fue en el tórax, “para evacuar un derrame pleural complejo que comprimía parte del pulmón derecho”, y la segunda en el abdomen “por un proceso infeccioso intestinal grave”, según se explicó en los partes médicos.

Semanas después el músico fue trasladado de nuevo. Esta vez, a la clínica de rehabilitación integral ALCLA, en el barrio de Núñez, el mismo centro en el que había estado internado Gustavo Cerati. Su hijo, Federico Hoffman, compartió un nuevo parte: “Su estado clínico se mantiene estable, compensado hemodinámicamente, sin intercurrencias agudas y con respiración espontánea”. Además, el texto indicaba que no había cambios en el estado del paciente, que continuaba estable y sin cambios significativos.

Mientras Denis peleaba por su vida, distintos artistas expresaron su solidaridad. Lali Espósito manifestó: “¡Mucha fuerza, Sergio y familia! Está lleno de peligros evitables en muuuchos venues de nuestro país! Pónganse las pilas ya. Lamentablemente, hoy pagó Sergio. ¡Qué pena enorme! Esperemos se recupere pronto!”. Por su parte, Nito Artaza aseguró que rezaba por él, y agregó: “Lo queremos, lo admiramos y nuestros pensamientos y corazón están con él”. También se expresó Gerardo Rozín: “Conmovido por el accidente y por las noticias que llegan desde Tucumán. Ojalá se ponga bien”.

Lo propio hizo Susana Giménez, gran compinche del cantante. “Sergio querido toda la fuerza del mundo para vos y tu familia, una vez más, el destino te juega una mala pasada, rezo para que te recuperes”, escribió la diva en Twitter.

Como señaló la conductora, en diversas ocasiones el artista enfrentó episodios extremos. Hacia fines de los 90 una supuesta mala inversión y un ciclo de deudas que parecía no tener fin lo llevaron a la quiebra. “Me quedé sin casa, sin auto, sin oficina”, aseguró en una entrevista con el canal Encuentro. Los problemas económicos repercutieron en su trabajo. El cantante que logró que sus hits llegaran a casi todas las canchas del mundo perdió prácticamente su voz, por lo que no grabó discos durante cuatro años.

Recién hacia el año 2000 pudo volver al ruedo. Lo hizo con el disco La vida vale la pena, y el éxito volvió a acompañarlo. Pero en 2003 volverían los problemas: estuvo unas horas detenido por la causa judicial que todavía no estaba cerrada. Lo acusaban de entregar cheques sin fondos.

En mayo de 2005 superó un cuadro de trombosis venosa. Pero lo peor llegó en 2007. Mientras se encontraba de gira en Paraguay, sufrió un ataque cardíaco que lo dejó, según señalaron entonces los médicos, “17 minutos sin signos vitales”.

“Vi un lugar de mucho miedo, oscuro negro y lo puedo contar ahora porque a veces tenía miedo de que la gente pensara que estaba medio pirado cuando contaba esta historia -relató Denis en la mesa de Mirtha Legrand-. La mitad de mi cuerpo estaba en un rectángulo, yo lo insultaba, para mí era el diablo. Había una ventana, era un horror”. En el mismo programa, reveló que padecía problemas de audición pero no ahondó en el tema.

Desde su caída en Tucumán, Sergio Denis está permanentemente acompañado por un círculo afectivo cercano y pequeño. Sus hijos, su ex mujer Mirta, su hermano Carlos y Nora, amiga de la familia, se turnan para estar a su lado en la clínica. Según trascendió, el cantante sigue en un estado de coma, pero abre los ojos, escucha radio y música. Su entorno familiar le acerca distintas motivaciones para acelerar su recuperación. Si es consciente de aquello que desde el exterior le transmiten, es un misterio. Pero se han notado avances.

Diego Colombo, abogado y amigo del artista contó que “su estado de salud ha cambiado favorablemente, muy poquito, pero favorablemente”. Y amplió: "Sigue en coma de todas maneras, pero no retrocede, y poquito a poquito está mejor. Ahora lo sientan en una silla de ruedas y antes eso no se podía hacer. Tiene una mejoría. Abre los ojos y tiene una mirada un poquito más comprensiva. No tiene respuestas como cualquier persona sana pueda tener. Los enfermeros hablan de que ven mejoras. Ahora siempre tiene una radio escuchando música, y ven que tiene otra respuesta. Está muy bien atendido psicofísica y psicodinámicamente. Cuando el cerebro le dé esa chispa que todos tenemos, esperamos que Sergio vuelva a ser lo que era”.

El hombre que alguna vez enfrentó a la muerte cara a cara sigue presentándole batalla. Por eso, doce meses después de ese caída fatídica, entre sus seguidores y todos lo que lo quieren bien la esperanza en su recuperación se mantiene intacta.