La joven de 19 años que denunció a su padrastro dijo que el hombre abusaba sexualmente de ella desde que tenía 11 años. Afirmó que, viviendo bajo el mismo techo, a esa edad el hombre comenzó a ultrajarla, primero mediante manoseos en sus partes íntimas y con la introducción de dedos. Eso, mientras la madre de ella dormía o estaba distraída. También explicó que con el paso del tiempo los abusos se agravaron y que empezó a violarla. Esos episodios ocurrían -aseguró- en un hotel alojamiento de un familiar al que la llevaba engañada.
En ese marco, la denunciante pudo contar con detalles uno de los episodios. Dijo que fue en el verano del año 2020, y que alrededor de las 17 horas estaba recostada en su habitación cuando su padrastro ingresó para pedirle que lo acompañara a la casa del padre de él, situada en Santa Lucía.
Al llegar a ese lugar, según la joven, el padrastro le dijo que lo acompañara a comprar semitas para merendar. Así, tomaron un colectivo, pero en realidad el hombre la llevó engañada al hotel alojamiento donde acostumbraba a ultrajarla.
La chica recordó que su padrastro tocó el timbre y que fue atendido por un señor mayor de edad que los hizo ingresar. En ese momento entraron a la habitación y el hombre le pidió que se sacara la ropa. Ella relató que fue al baño y que al salir observó a su padrastro totalmente desnudo y que le dijo "gordita, vení". Ante esa situación la víctima intentó escapar, pero el hombre se colocó en la puerta y le impidió salir. Luego, contó, mediante la fuerza le sacó la ropa, comenzó a besarla en el cuello y los pechos y la condujo hasta la cama, donde la penetró. La denunciante expresó que mientras el agresor la accedía le decía que se quedara tranquila, al tiempo que ella le manifestaba que se quería ir.
Esa vez, consta en la denuncia, el acusado la accedió varias veces y, antes de irse, le pidió que se vistiera y salieron hacia la casa del padre del denunciado. Allí, el hombre le entregó a su hijastra una barrita de chocolate diciéndole "para la próxima".
Según Fiscalía, el hecho relatado "es uno de los tantos" que sufrió la víctima y fue sobre el que pudo aportar mayores detalles sobre modo, tiempo y lugar.
Este martes la jueza de Garantías Verónica Chicón ordenó abrir una investigación contra el hombre de 36 años. El sospechoso, no identificado para proteger a la víctima, fue encontrado en su domicilio de Chimbas provocándose cortes en los brazos y el abdomen. Eso fue el pasado viernes. El familiar que lo encontró pidió ayuda debido a que las heridas sangraban mucho y una ambulancia lo trasladó al Hospital Marcial Quiroga, donde fue internado y luego derivado al hospital de Sarmiento. En ese ínterin quedó detenido en el marco de la denuncia de la hijastra.
El intento de suicidio fue mientras la joven de 19 años se encontraba en la UFI Cavig exponiendo los abusos que sufrió desde que tenía 11 años.
El fiscal de la UFI Cavig Alejandro Mattar imputó al sospechoso el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la convivencia y la guarda.
El imputado, que dijo trabajar en un lavadero, se negó a declarar. Según fuentes judiciales, cuando se enteró de la denuncia dijo que “se la había mandado y que se iba a matar”.
La jueza Chicón concedió un plazo de 6 meses para investigar y dictó 4 meses de prisión preventiva para el sospechoso.