Ya sabemos que el bronceado es el mecanismo de defensa que tiene la piel ante las agresiones externas, entre ellas, la radiación ultravioleta. Por eso, para tener un tono dorado sin daños no hay alternativa: hay que buscar un equilibrio entre la seguridad que exige la exposición solar y todo aquello que contribuya a un bronceado duradero.

 

El color ideal. Ese tono justo, ni rosado, ni enrojecido, ni demasiado intenso, es aquel que resulta uniforme y duradero. Se consigue poco a poco, es decir, sin enrojecimientos previos a ese tono dorado tan buscado. Esto es posible con los cuidados adecuados, que además aportarán seguridad para nuestra piel.

 

De a poco. Para que el bronceado dure, hay que tomar sol en los horarios extremos, evitando el mediodía y las exposiciones muy prolongadas. Y por supuesto, hacerlo con los cuidados debidos. Así la piel no se pone colorada sino que va tomando un tono bronceado gradualmente.

 

Preparación previa. Se impone preparar la piel para que esté en mejores condiciones de exponerse al sol y para que el tono adquirido dure más. Para ello, antes de las vacaciones conviene realizar un pulido corporal en gabinete o mediante scrubs corporales bajo la ducha. Así la piel se libera de impurezas, de células muertas y queda renovada. Al exfoliar se afina la capa córnea y la piel queda más fina y suave, retrasando el proceso de descamación.

 

Tono seguro. La protección durante las exposiciones solares es uno de los factores que influirá en la persistencia del tono ganado. Conocidos por todos, vale la pena recordar los cuidados para una exposición solar segura: un factor de protección no menor a 30, que suba hasta un 50+, según la necesidad de protección de cada piel. A menor pigmentación natural, mayor será el factor de protección indicado y viceversa. El producto elegido tiene que incluir filtro ante los rayos UVA y UVB. La repetición de la aplicación cada dos horas durante exposiciones prolongadas y después de mojarse es imprescindible. A menor daño solar durante el verano, menor aparición de arrugas y manchas.

 

Hidratación, la clave diaria. Para que el color en la piel perdure, es indispensable su cuidado día a día por medio de cremas humectantes. La humectación posterior al bronceado es necesaria para que la piel se mantenga hidratada y para que no se descame y el tono adquirido perdura más tiempo. Una piel hidratada es más saludable y está más protegida antes las agresiones. Después de un día de sol, para que la piel no se reseque, es recomendable aplicar cremas postsolares nutritivas y humectantes. La textura indicada para pieles secas es la más consistente, mientras que las grasas deben recurrir a sustancias más fluidas y livianas. ¿Sus activos? En todos los casos son eficaces la urea, el aceite de karité, la rosa mosqueta, las almendras y la jojoba. Los aceites secos son otra opción. Estos no dejan sensación grasosa en la piel como sucede con los aceites tradicionales. Pueden usarlos incluso personas con piel mixta a grasa porque su toque seco, matificante y no comedogénico no exacerba la problemática. Sus propiedades hidratantes actúan durante todo el día.

 

Desde adentro. Para una piel hidratada y protegida es fundamental estar atentas a laingesta de agua, ya que en estos días es mayor su pérdida debido a la transpiración. Además, ingerir alimentos ricos en betacarotenos, precursor de la vitamina A, que ayudan a que el bronceado se produzca más rápidamente y a que se mantenga por más tiempo. Algunos de estos alimentos son la zanahoria, la calabaza, el pimiento rojo, la espinaca y las batatas, que contienen antioxidantes por lo que su efecto es doble, al sumar protección solar natural.

 

Aceleradores, un plus. Las cápsulas aceleradoras del bronceado que contienen betacaroteno son un buen complemento. Por medio de un proceso químico aumentan la melanina de la piel. Sin embargo, ciertas pastillas contienen aditivos de color parecidos al betacaroteno. Estos aditivos en altas concentraciones pueden ser dañinos. Antes de elegir alguno, conviene consultar con el médico y asegurarse de que cuenten con la aprobación de la ANMAT.