Después de ser indagado por la jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo, Fernando Sabag Montiel, el hombre de 35 años detenido por intentar matar a la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, volvió a la alcaidía de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal Argentina, en Palermo. Está alojado en una celda aislada, monitoreado con cámaras y con doble custodia.
Así lo informaron a LA NACION fuentes policiales. “El sospechoso está alojado en la celda N° 1 de la alcaidía, está vigilado con doble celador y monitoreado con cámaras de seguridad”, dijo un informante.
Ayer, cuando fue indagado, Sabag Montiel, que es representado por el defensor oficial Martín Hermida, se negó a declarar. Sin embargo, reconoció como propia el arma que usó y tuvo expresiones racistas con los manifestantes, que cuando lo detuvieron le provocaron un moretón en un ojo.
“Todavía en shock. Acelerado. Confundido”, pudo se reconstruir de una persona que lo pudo ver en las últimas horas tras su declaración indagatoria.
Por el momento, agregaron las fuentes consultadas, dijo que no necesitaba nada y que tampoco le quería avisar a nadie en particular de su situación.
“Quizá con el correr de los días haga algún pedido”, explicó una de las fuentes consultadas.
Mientras, la jueza Capuchetti, el fiscal Rívolo y los detectives de la PFA que participan de la investigación intentan determinar si Sabag Montiel actuó solo o tuvo cómplices en la planificación del ataque.
“Estamos a full con el análisis de las cámaras de seguridad de la zona cercana de donde vive la vicepresidenta y con las imágenes del Anillo Digital del gobierno porteño para intentar determinar cómo y cuando llegó a la escena del ataque y si estaba acompañado”, sostuvo un detective policial.
Los investigadores también analizan las publicaciones de diferentes redes sociales para determinar si surge alguna pista que permita identificar algún cómplice o colaborador en el ataque.
