Las estructuras son imponentes. Y la dimensión de la nueva obra no se puede ni imaginar desde la calle. Una vez que se atraviesa el edificio que acaba de ser refaccionado, impacta la dimensión de las nuevas construcciones. Los alumnos, todavía estupefactos, no terminan de asimilar que dentro de tres meses, los animales que ahora están en precarios corrales de palos y alambres, pasarán a habitar estructuras de ladrillo, con temperatura, luz y ventilación adecuada. Incluso, la sala donde se realizará el faenado de los animales tiene hasta una cámara frigorífica. Así, el sector de corrales, de faenado, de sembrado, de industrialización y hasta los laboratorios y talleres, forman parte de lo que será la escuela agrotécnica más moderna del país. La idea es que la obra esté terminada en 3 meses, pero ya está el grueso listo. Esto es lo que pudo observar DIARIO DE CUYO en un recorrido que hizo con el director del establecimiento, Sergio Murúa.
Los trabajos comenzaron en enero del 2017 y en un principio, el presupuesto era de 65 millones de pesos. Sin embargo Murúa dijo que esto seguramente se incrementó en los últimos meses. Desde entonces, lo que antes era el fondo de la escuela, cambió por completo. Decenas de edificaciones ya están casi listas y están distribuidas estratégicamente en 9 hectáreas que es el predio que pertenece a la escuela. Lo que están construyendo son cinco edificios nuevos. Cada uno con varias dependencias. "La escuela va a tener un área de formación con SUM, comedor, cocina, office para docentes y maestranzas, depósito para herramientas y plantines, una sala de exposición y venta, y hasta un laboratorio de muestras", dijo Sergio Murúa. Entre las nuevas dependencia está el área de industrialización con un aula taller, invernadero y una oficina técnica; un área de granja y de corrales que tendrá una sala de instructores, sala de coordinación general, aula taller para granja, depósito de alimentos, conejeras, jaula para aves voladoras, corrales caprinos con solarium, corrales para cerdos, gallineros y un sector para los patos. Se suma un área taller rural que incluye un aula taller, un taller de mantenimiento y reparaciones mecánicas y una playa de maniobras y lavado; y un área de apicultura con estacionamiento cubierto, taller de apicultura, oficina técnica y un depósito de productos.
El nuevo edificio cuenta con sistema contra incendios y pararrayos, como así también de calefacción de gas envasado (zepelín). También se modificó el sistema de evacuación de líquidos cloacales de última generación para evitar todo tipo de contaminación en ese área.