Chelsea se consagró campeón de la Europa League al derrotar 4 a 1 Arsenal en la final disputada en el Estadio Olímpico de Bakú, la capital de Azerbaiyán, y en la que el belga Eden Hazard, pretendido por Real Madrid para la próxima temporada, tuvo una actuación descollante. De esta forma, los Blues conquistaron por segunda vez el segundo certamen de clubes en importancia del Viejo Continente (ya lo habían hecho en 2013).

 

Arsenal, que hasta este duelo había perdido cinco de las seis finales que había disputado por certámenes de la UEFA, se mostró más ambicioso y manejó el juego en la primera media hora en el coqueto coliseo azerí, inaugurado en 2015 y con capacidad para 69.870 espectadores.

 

Si bien no generó chances clarísimas, el elenco dirigido por Unai Emery (campeón de este torneo tres veces con Sevilla) gestó las mejores aproximaciones. La más clara fue un bombazo desde fuera del área del suizo Granit Xhaka que rozó el travesaño del arco defendido por el vasco Kepa Arrizabalaga.

 

Sin embargo los dirigidos por el italiano Maurizio Sarri, que accedieron invictos a esta instancia (habían ganado 11 partidos y empatado tres), reaccionaron en el segmento final e hicieron trabajar a Petr Cech.

 

El veterano arquero checo de 37 años, que estaba disputando su último partido como profesional, reaccionó como en sus mejores tiempos para rechazar un disparo a quemarropa del brasileño Emerson y luego para ahogarle el grito a Giroud, tras una linda combinación entre Jorginho y el belga Eden Hazard.

 

Si Chelsea había terminado mejor el primer tiempo, arrancó incluso mejor el segundo capítulo y a los 4 minutos sacó ventaja gracias a un excelente anticipo de Giroud, quien le ganó con la cabeza al intento de rechazo de su compatriota Laurent Koscielny y dejó sin chances a Cech.

 

El campeón del mundo en Rusia 2018, máximo anotador del torneo, consiguió de esta manera su 11° tanto en esta edición de la Europa League y justificó por qué Sarri se inclina por él y relega al banco a Gonzalo Higuaín.

 

Ese golpe dejó groggy a Arsenal, que muy rápido pasó de tambaleante a nocaut. A los 15 minutos los jugadores del equipo de Emery se quedaron reclamando una infracción sobre Ainsley Maitland-Niles que el árbitro italiano Gianluca Rocchi no sancionó y Pedro, con un remate mordido tras una asistencia de Hazard, puso el 2 a 0.

 

Cinco minutos después del segundo llegó el tercero: Maitland-Niles le cometió una grotesca infracción a Giroud en el área y Hazard, con frialdad, batió a Cech desde los 12 pasos.

 

El descuento convertido por el nigeriano Alex Iwobi, con un lindo derechazo desde fuera del área, no alcanzó para restablecer las ilusiones de Arsenal porque enseguida Hazard, después de combinar con Giroud, le dio forma a un golazo que liquidó definitivamente la final. Si esta fue la despedida del belga de Chelsea, fue perfecta. La ovación que el público le tributó cuando fue reemplazado por el italiano Davide Zappacosta fue el broche de oro.

 

De esta forma, Chelsea conquistó su quinto título continental: además de la Europa League de 2013 también se había consagrado en la Liga de Campeones 2012, en la Recopa 1971 y 1998, y en la Supercopa 1998.

 

Esta fue la tercera final de la Europa League entre equipos de un mismo país. La primera había sido entre equipos portugueses en 2011, cuando Porto venció 1 a 0 a Sporting Braga en Dublín. Un año más tarde, Atlético de Madrid superó 3 a 0 a Athletic de Bilbao en la final española de Bucarest.

 

El sábado habrá otra definición inglesa, pero de la Liga de Campeones: Tottenham y Liverpool se medirán en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid.