Fue una victoria con un sabor más amargo que dulce. La tapa de los diarios y web del mundo no tendrán a Messi, Suárez o Coutinho celebrando, sino a Leo en el césped del Camp Nou, reevolcándolse de dolor. Es que el argentino, luego de asistir al brasileño para el 1-0 ante el Sevilla y hacer el suyo con un lindo zurdazo para el 2-0, sufrió una fea lesión en el codo derecho que lo sacó de la cancha. Intentó volver con un vendaje especial, pero el dolor no lo dejó regresar. Fue 4-2, pero no se festeja.

 

El 10 cayó mal luego de un choque con Franco Vázquez, fue atendido en la cancha y desde ahí se notó que le dolía, y mucho. Salió, lo vendaron, se paró para volver, pero el dolor fue tan fuerte que no le permitió seguir jugando. Se trataría de una hiperextensión en el codo derecho, algo muy molesto en el momento, pero no tan grave. No podrá estar el miércoles ante el Inter por la Champions, pero todavía no lo bajan del clásico del domingo 28 contra el Real Madrid.

 

Antes de la lesión, Messi recibió el premio al mejor jugador de septiembre (se lo entregó Saviola), asistió a Coutinho con una lindo pase y luego hizo el suyo, el 32° al Sevilla, su víctima preferida. Sin él en cancha, el partido cayó en todo sentido. Luis Suárez se armó un penal que él mismo capitalizó y Sarabia descontó para la visita. Ter Stegen sacó dos bárbaras y Rakatic lo liquidó, más allá del tanto de Muriel.