Palmas y desahogo. Argentina evitó un auténtico papelón como hubiera sido quedarse eliminado en la primera rueda de la Copa América. Venció 2-0 a la débil Qatar y se metió en cuartos de final.

 

Pasó la angustia, pasó esa sensación de que se terminaba el mundo. Ganó Argentina, solo eso. Nada más que el 2-0 sobre Qatar. Con el sistema que queríamos todos, con los nombres que tenían que estar, con la idea y la actitud pero sin el juego. Sin el fútbol que todos esperamos de un grupo que puede ofrecer mucho más pero que sigue endeudado consigo mismo. Una deuda que solamente ellos pueden saldarla. Argentina fue ratitos, fue ráfagas. Nunca tuvo continuidad, no se terminó de hacer dueño del partido del todo. Alcanzó para disimular la preocupación, pero con ese maquillaje no alcanza. Así, la Copa América será más corta de lo pensado. La victoria lo llevó a cuartos para medirse con Venezuela, el próximo viernes nada menos que en el Maracaná. Pero esa será otra historia.

Un comienzo en celeste y blanco. Con Argentina encendido, avasallante. Con fútbol en las sociedades entre Messi, Lo Celso, De Paul y Paredes, abasteciendo la dupla Agüero-Martínez que ahora si tenían lo que necesitaban. Llegó el primero, parecía partido resuelto pero Argentina se desdibujó. Tan rápido como ese primer gol, tan rápido que preocupa. Y Qatar, con sus tremendas limitaciones, empezó a discutirle la posesión y hasta se animó a ver de cerca a Armani. Y Argentina siguió perdiendo maquillaje. Foyth no fue solución atrás, Lo Celso perdió presencia en el sector izquierdo, Paredes quedó demasiado solo y los qataríes se animaron. Un par de sustos, dos intervenciones de Armani, dejaron clarito que el equipo no era el mismo del comienzo. Pero claro, la riqueza en nombres abunda para Scaloni y en dos o tres ráfagas pudo haber llegado otro gol.

En el complemento, el mismo equipo. La misma idea, los mismos nombres. Argentina quería más de lo que podía pero sus intenciones chocaban con sus propias limitaciones. Si hasta Messi pareció contagiarse de ese escenario irregular pero esos chispazos de profundidad lo invitaban a buscar ese segundo gol que liquidara la clasificación. Aguero tuvo sus opciones y no había caso. Perdió otra vez presencia Argentina y le permitió reacción a Qatar que con menos verticalidad que la primera parte, le quitó de momentos la pelota y lo preocupó con muy poco. Llegó el golpe del final y el Kun tuvo premio y desahogo. Pero Argentina no. Fueron más buenas intenciones que realidades concretas pero pese a la mediocridad del rival, por lo que había en juego ganarlo fue un paso adelante.

Sin dudas ya en los nombres, porque Scaloni volvió a cambiar en zona donde no necesitaba con Saravia y Foyth, Argentina tendrá que reajustar su idea. Los tres de arriba mostraron que pueden. Que si Messi tiene con quien descargar de frente o buscar por los costados, es el Messi que queremos. Que si Paredes de cinco solito no se desordena y con De Paul por derecha y Lo Celso por la izquierda parece más ordenado todo, Argentina puede haber encontrado la luz al final del camino. Queda trabajo. Quedan 5 días para estar cara a cara con Venezuela y el camino parece que Scaloni lo tiene señalado. Pero la búsqueda tiene que ser a fondo. En consistencia, en continuidad. En afinar desaclopes que le permiten al rival quitarle la pelota y sacarle la iniciativa. Orden en la defensa para no ofrecer fisuras. Con maquillaje no alcanza. Sirvió para pasar a Qatar pero este Argentina tiene que ser otro Argentina, el que estamos esperando.
 

Factura. El Kun Agüero anota su tanto contra los asiáticos. El goleador aportó su cuota en su regreso a la titularidad.

 

UNOXUNO

Franco Armani 6: Respondió con acierto en cada intento, que no fueron muchos. Solucionó los problemas de un par de pelotas difíciles.

Renzo Saravia 4: Con la pelota atacando es uno. Defendiendo otro totalmente distinto. 

Juan Foyth 5: Tuvo un rendimiento aceptable, bien con la pelota y sin fallas en la cobertura.
Nicolás Otamendi 5: No tuvo una marca fija. Se equivocó menos que en el partido ante Paraguay. 

Nicolás Tagliafico 5: Controló su sector sin mayores inconveneintes porque Qatar no atacó por ahí.

Rodrigo de Paul 7: Por dinámica, criterio y panorama para jugar fue el más claro del medio. 

Giovani Lo Celso 4: Lo suyo no pasa de lo regular. Mezcla chispazos de jerarquía e imprecisiones. 

Leandro Paredes 6: Mirando la cancha de frente es un jugador efectivo para la generación de fútbol. 

Lionel Messi 6: Tuvo más compañía y, aunque apareció poco, cuando lo hizo despertó expectativas.

Lautaro Martínez 6: Hizo un gol y se comió un par. Con eso solo alcanzó para aprobar el examen. 

Sergio Agüero 6: Se sacó la mufa y anotó. Trató siempre de juntarse con Messi. Jugó bien. Cumplió.

Ingresó: Marcos Acuña 6: Tuvo mayor movilidad que Lo Celso. Abrió la cancha.

 

Diferencia

En los cuartos de final de la Copa si hay empate en los 90′, se define directamente en los penales. En semis y la final, en cambio, primero hay alargue y recién luego penales.