
A Simona ( Ángela Torres ) la apasiona la música y sueña con triunfar junto a su banda, pero avatares del destino la llevarán a poner en pausa ese objetivo cuando tenga que trabajar como mucama en una gigantesca mansión. En ese lugar, la joven protagonista conocerá el amor a través de Romeo ( Gastón Soffritti ) y también verá nacer alguna rivalidad. Pero lo más importante, es que en esa nueva vida se reencontrará con su madre, a la que jamás conoció pero que ahora vuelve para recuperar el tiempo perdido.
El segundo universo de la tira, integrado por el plantel joven del elenco, es liderado por Simona y su relación con Romeo, que comienza con el pie izquierdo para poco después corregirse. Ellos se conocen desde chicos, pero durante los últimos diez años no se vieron. Él es sobrino de Diego, y vive en la mansión de su tío junto a sus dos hermanos, Dante ( Agustín Casanova ) y Junior (Renato Quattordio). Con respecto a la protagonista, ella convive con a Rosa y tiene una gran amistad con Chipi (Thais Rippel). Pero cuando Rosa, que es mucama en la mansión Guerrica, sufre una descompensación y debe buscar una reemplazante, será Simona la que ocupe ese lugar. De esa manera la joven se ubicará como puente entre dos mundos. Por un lado el tiempo la acercará más y más a Romeo, una situación que no le gustará nada a su novia Lula (Stefania Roitman); y por otro lado, también estará más cerca de Marilina, la mujer que deberá resolver la manera de decirle a Simona el vínculo que las une, y que la protagonista desconoce. Conflictos, terceros en discordia, vínculos que todavía no salieron a la luz y romances que enfrentarán mil obstáculos antes de concretarse, todos esos son los ingredientes de un típico culebrón clásico, pero que aquí estarán empapados de un enfoque descontracturado y mucho más cercano a la comedia.
Con picos de 13.4 puntos de rating, Simona fue lo más visto en su horario, y prácticamente mantuvo el número de público que le dejó Las estrellas. Ahora el desafío, como siempre, es el de conservar ese número a como dé lugar. En su episodio inicial, la propuesta demostró que tiene el material necesario para desarrollar una buena historia, aunque quizá el mayor riesgo al que se enfrente sea una gran cantidad de jóvenes actores y actrices con los cuales hay un público que debe familiarizarse. Para muchos televidentes que no son adolescentes, o que no ven demasiada tele por fuera del horario de la noche, rostros como el de Agustín Casanova o el de Flor Vigna puede que sean desconocidos. De ese modo, el principal reto para Simona sea el de sellar la brecha generacional y unir ante la pantalla a chicos, a jóvenes, a adultos y a mayores, enganchándolos con una historia sencilla pero presentada de manera fresca y con un elenco en el que hay muchas caras por descubrir. Y toda esa mochila de expectativas y promesas por cumplir, recaen sobre los hombros de Ángela Torres, que con Simona podría llegar a encontrar a uno de los grandes personajes de su carrera.
