Sin una respuesta bajo el brazo, pero con toda la artillería dialéctica en su haber, un nutrido grupo de representantes del sector vitivinícola, encabezados por los gobernadores Sergio Uñac y Alfredo Cornejo, de San Juan y Mendoza, respectivamente, se sentaron en una larga mesa donde el receptor de todas las quejas fue el ministro de Producción, Francisco Cabrera.
Inicialmente estaba previsto que de la partida fuera el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne quien pegó el faltazo. Vale decir que la reforma impositiva está impulsada por la cartera económica del Gabinete macrista por lo que la no presencia de Dujovne cayó mal.
No hubo explicaciones oficiales sobre por qué Dujovne se bajó a último momento después que desde el ministerio de Hacienda anunciaran un día antes que el ministro iba a encabezar el encuentro.
Reunión con Cabrera. Junto a @DifusionCornejo y representantes del sector vitivinícola pedimos que no se pongan impuestos al Vino pic.twitter.com/UPkYIEGjoA
— Sergio Uñac (@sergiounac) 8 de noviembre de 2017
La intención del sector vitivinícola es anular el impuesto, no rebajar el porcentaje. Para ello pretenden que no llegue al Congreso el proyecto con el gravamen de hasta el 17% para los vinos.
La idea de este encuentro era clara y se sostenía en los actores de la actividad que estaban presentes: el impuesto afecta a toda la cadena de valor.