El tribunal que sentenció al matrimonio

 

La justicia pampeana condenó a la pena de cuatro años de prisión a una pareja que regenteaba dos cabarets en la localidad de en General Acha, por el delito de explotación sexual aunque eximió de toda responsabilidad a la intendenta de esa ciudad y un funcionario municipal, investigados durante el inicio de la causa, según informaron hoy fuentes judiciales.

 

En el juicio, que se realizó en Santa Rosa, fueron condenados Julia Gil Solano y Héctor Mario Molina, un matrimonio que había abierto dos cabarets sobre la ruta 152 y quienes permanecerán en libertad hasta que la sentencia quede firme.

 

‘El Amanecer‘, uno de los locales, fue clausurado en marzo de 2011 después de que lo denunciaran por trata de personas y explotación sexual. Allí, la policía que realizó el allanamiento encontró a una chica de 17 años, que había llegado desde San Juan y era forzada a ejercer la prostitución.

 

En otro de los locales, ‘El Delfín‘, fue cerrado en noviembre de ese mismo año.En su testimonio ante el Tribunal Oral Federal (TOF) los dos acusados dijeron que en sus negocios era ‘todo legal‘ ya que habían ido a la municipalidad para pedir la habilitación y las libretas sanitarias de las mujeres. Además, alegaron que no sabían que estaba prohibido abrir un cabaret.

 

En el juicio también declararon como testigos dos víctimas, que ejercían la prostitución en el local y la joven encontrada en ‘El Amanecer‘, quien prestó su testimonio por videoconferencia desde San Juan. Las mujeres dijeron que mantenían relaciones sexuales en una pieza ubicada al costado del local y que hacían ‘pases‘ con los clientes.

 

Aunque aseguraron que ‘no estaban contra de su voluntad‘, admitieron que ‘el matrimonio sacaba provecho económico de la explotación sexual‘.En el comienzo de la causa, también fueron investigados la ex intendenta de General Acha, María Elena García, y el ex secretario de Gobierno, Luis Javier Bassa. Sin embargo, la justicia consideró que no cometieron delito porque el local estaba habilitado como ‘cabaret‘ -un local donde se sirven copas y se baila- y que no sabían que allí funcionaban prostíbulos.