Nunca fue una relación armoniosa la de Rocío Carmen Godoy (24) y Walter Gustavo "Gringo" Vega (40). Estuvieron juntos apenas 1 año y 8 meses, tiempo marcado por discusiones, celos y ataques por parte de ella, incluso con armas blancas. Como aquel de la madrugada del 21 de septiembre de 2020, cuando el final de la relación estuvo a un paso de replicar el resonante caso de Lorena Bobbit, ocurrido el 23 de junio de 1993, en Virginia, Estados Unidos. La diferencia estuvo en el resultado: Bobbit consiguió cortarle el pene a su pareja. Rocío Godoy no: le bajó el boxer, lo tomó con una mano y con una tijera avanzó con francas intenciones de cortárselo, pero Vega pudo impedirlo a pesar de su ebriedad. Su resistencia le sirvió para poner a salvo sus genitales pero no otras partes de su cuerpo, porque recibió numerosos puntazos con la misma tijera, en sus brazos, espalda y abdomen. Y durante 20 días estuvo en terapia intensiva, porque uno de los cortes alcanzó a lastimarle el hígado. Aquella madrugada, Vega tuvo que aceptar la propuesta de su entonces pareja de no denunciarla porque estaba embarazada. Él quería salvar su vida, pues ella se negaba a llamar a una ambulancia y él como pudo llegó hasta la calle para pedir auxilio. Entonces, la joven comenzó a instalar la idea de que tres sujetos los habían atacado.
Según el relato de Godoy, el domingo previo habían ido a visitar a una amiga de ella que había sido mamá. Y al regreso, ya a primera hora de aquel lunes 21 de septiembre de 2020, su pareja le pidió al novio de esa amiga que los dejaran en Benavídez y Necochea, para bajarse a pie a buscar cigarrillos. Esa vez no encontraron ningún kiosco abierto y cuando llegaron a la casa que alquilaban en Benavídez y Chacabuco, en la Villa Juan XXIII, Chimbas, Vega fue atacado en la puerta de casa por tres sujetos que le llevaron su billetera con $4.000 y documentos. Las cosas se complicaron para la joven cuando la Policía chequeó el registro de movimientos de una cámara en Benavídez y Necochea, entre las 23,30 del domingo y las 2 del lunes, y no los vieron bajar de ningún auto. Tampoco encajó la hora en que la joven dijo que ocurrió el hecho, con el ingreso de Vega al hospital. Y para peor, cuando Vega pudo hablar no dudó en decir que había sido ella la que esa vez lo atacó con una tijera, por celos, pues estaba convencida de que él le era infiel. Que no habían estado donde dijo ella sino en lo de unos vecinos, donde bebieron y se hicieron tatuajes. También declaró que no era la primera vez que Godoy lo atacaba con armas blancas y que antes no había denunciado por miedo y por vergüenza.
Cuando el caso llegó a juicio en la Sala I de la Cámara Penal, el defensor oficial Carlos Reiloba y la propia acusada decidieron que lo más conveniente era que ella aceptara la autoría en los delitos de tentativa de homicidio agravado por la relación de pareja con la víctima, y también por falsa denuncia. La joven también mostró su acuerdo en recibir 10 años de cárcel.
Esos son los tramos salientes del pacto de juicio abreviado logrado con la fiscal Marcela Torres. Y todo indica que serán ratificados este lunes ante el juez Martín Heredia Zaldo en la Sala I de la Cámara Penal. El juez podrá aceptar o no ese acuerdo. Si lo hace no podrá imponer un castigo más grave.