Romina Muñoz (20) volvía con su hermana menor de ver a unas amigas en Las Chacritas, en 9 de Julio, cuando vio a su expareja y padre de su pequeño hijo detrás de un árbol . Habían pasado unos minutos de las 20 de aquel frío 14 de junio de 2015, cuando a Romina la embargó una rara sensación, como un recelo. Federico Alaxander González Vera (23) le pidió hablar. Ella aceptó, pero sólo asuntos del hijo en común pues hacía dos semanas que estaban separados a causa de sus celos y malos tratos, y no estaba dispuesta a dar marcha atrás. Él dijo que sí, pero caminaron como una cuadra y no abrió la boca, hasta que ella lo apuró y el joven le pidió a su hermana que los dejara solos. Era el espacio que quería para tomarla fuertemente de un brazo, sacar un cuchillo y comenzar a descargar su furia. Esa vez, alcanzó a asestarle 17 puntazos a Romina y no la mató por la intervención de su hermana, entonces de 14 años, y la de un vecino que no dudó en golpearlo para ponerlo en fuga.
Pero Federico González Vera solo huyó del lugar. Nervioso, llegó a la comisaría 9na de Caucete y agarrándose de los pelos repitió: ‘me la mandé, me la mandé’.
Todo pasó en calle La Plata, unos 200 metros al sur del cruce con Ruta Nacional 20, en Caucete, cerca de la Villa Independencia, donde ambos se había criado.
Ayer, González llegó esposa a la Sala III de la Cámara Penal, dispuesto a asumir su responsabilidad por aquel violento ataque que, según el joven, había sido la consecuencia de comentarios y bromas de sus amigos y familiares el día previo, en la cancha, diciéndole que Romina ‘lo engañaba’ con un joven de Las Chacritas.
Ante el juez Maximiliano Blejman, González ratificó el acuerdo de juicio abreviado que alcanzó con el fiscal José Eduardo Mallea a través de su defensor César Jofré, a cambio de una rebaja en el castigo. En ese acuerdo se muestra dispuesto a sufrir la pena de 11 años y 6 meses de prisión por el delito de tentativa de homicidio triplemente agravado: por el vínculo, por violencia de género y por ensañamiento, es decir por hacer sufrir a la víctima.
El acusado dijo que atacó a su ex porque unos amigos le dijeron que ella lo engañaba
El juez decidirá que pena aplica: podrá ser igual o menor (la escala es de 10 a 15 años por ser prisión, en caso de reclusión hubiera sido de 15 a 20), pero no mayor. El próximo lunes, el fallo.