Las pericias realizadas a las más de 5 toneladas de cables incautadas el 27 de marzo pasado por la Unidad de Apoyo Investigativo en la recuperadora Fernández, situada en Rawson, demostraron que unos 1.650 kilos de esos metales eran de la firma Energía San Juan y que otros 130 kg de Telefónica de Argentina. Según fuentes policiales, la empresa que había adquirido esos materiales no pudo justificar su procedencia legal y por eso ahora deberá dar explicaciones ante un juez de Faltas, quien investiga el caso como una infracción: tenencia, transporte y comercialización de metales del tipo no ferrosos.
La unidad especial de la Policía fue creada específicamente para prevenir y combatir los numerosos robos de cables que se perpetraban, principalmente en departamentos alejados o en las afueras del Gran San Juan.