El exembajador argentino en Siria, Roberto Ahuad, declaró ante la Justicia que Héctor Timerman se reunió en secreto con su par de Irán, Alí Akbar Salehi, en enero de 2011, algo que había desmentido el gobierno de Cristina Kirchner. El encuentro fue para negociar condiciones del memorando con ese país por el atentado a la AMIA.

 

El testimonio del diplomático complica al excanciller en la causa por la denuncia del fiscal federal Alberto Nisman por encubrimiento de los iraníes acusados de estar involucrados en el atentado contra la mutual judía en 1994, que dejó 85 muertos. Ahuad reveló que Timerman viajó desde el sector militar del aeropuerto de Damasco en un avión privado que le suministró el líder del régimen sirio Bashar al-Assad.

 

La declaración de Ahuad, junto a otras pruebas, confirma la versión que había dado José "Pepe" Eliaschev en el diario Perfil en 2011, que fue calificado de "pseudoperiodista" por Timerman. En su testimonio, el diplomático dijo que estaba de vacacaciones y tuvo que volver de urgencia a Damasco al ser notificado de una visita imprevista del excanciller.

 

Ahuad presenció una reunión de Timerman con su par sirio Walid al-Mohalem. Al día siguiente el régimen sirio puso a disposición para el excanciller un avión privado en la zona militar del aeropuerto de Damasco que viajó hacia destino en ese momento no informado, de acuerdo al testimonio del diplomático al que accedió Clarín.

 

Más tarde Ahuad fue a buscar al aeropuerto a Timerman, que nunca le contó cuál fue el destino de su viaje. Aunque luego recibió comentarios de funcionarios sirios de que se había reunido con el canciller iraní Salehi, el embajador iraní en Damasco y Al Assad en Aleppo, todo en "absoluto secreto".

 

Un mes después Timerman llamó a Ahuad para que recibiera a su secretario privado Luciano Tanto Clement, que viajó de urgencia a Damasco con un sobre que debía entregar al canciller sirio, de contenido desconocido.

 

Oficialmente el gobierno de Cristina aseguró que recién había empezado a dialogar con Irán en 2012 y que las negociaciones se habían hecho en Ginebra, Suiza. El Memorando, que generó un gran escándalo, se firmó en 2013 en Etiopía. Dos años después la Cámara Federal de Casación Penal confirmó la inconstitucionalidad del acuerdo.