A Noelia Salomé Velázquez la encontraron muerta el domingo 19 de julio minutos después de las diez de la mañana. Un aficionado de la pesca de mariscos divisó las piernas de una mujer de “contextura y estatura mediana” entre las rocas de una zona de difícil acceso al este de la playa de La Atalaya, en la localidad de Ribadesella, una comuna perteneciente al Principado de Asturias, España. Automáticamente llamó a las autoridades por el descubrimiento del cuerpo: acudieron dos policías locales y dos efectivos de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil de Ribadesella.
Intentaron acercarse al cadáver para custodiarlo, pero la marea subió y terminaron atrapados en la zona baja de la cantera, rodeados de riscos. Un helicóptero del Grupo de Rescate de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) los rescató y operó en la extracción del cuerpo, horas más tarde. Según retrataron los medios españoles, una médica forense autorizó el levantamiento del cuerpo exactamente a las 14:20, cuatro horas después del hallazgo. Lo derivó al Instituto de Medicina Legal de Asturias, en Oviedo, para realizarle la autopsia.
La mujer estaba vestida, por lo que los investigadores descartaron que se tratara de una persona que haya ido a nadar en las costas del Golfo de Vizcaya, y tenía una cartera tipo bandolera. No llevaba consigo ninguna documentación o referencia personal que brindara información de su identidad. El propio alcalde de Ribadesella Ramón Manuel Canal presenció el operativo. “Los investigadores consideran que las lesiones que presentaba la mujer no son compatibles con una muerte violenta y apuntan a un posible accidente como causa de la muerte”, describió la agencia Europa Press.
Días después se confirmó que se trataba de una argentina, oriunda de San Martín, Mendoza, de apenas 29 años. Noelia Salomé Velázquez era buscada hace varios días.
Había emigrado del país con destino a España el primero de marzo de este año, pocos días antes del comienzo de la cuarentena en todo el territorio nacional. Al aeropuerto, fueron a despedirla familiares y amigos cercanos: las fotos que permanecen en las redes sociales del círculo íntimo de Noelia atestiguan el afecto que le guardaban.
La joven había representado al distrito de San Martín Alto Salvador en la vendimia departamental de 2009. La Comisión de Reinas de San Martín publicó un mensaje alusivo a la pérdida en su cuenta de Facebook: “Brillarás por siempre querida Noelia Salomé Velázquez. Nuestro más sincero respeto a los familiares de nuestra Reina Mandato Cumplido de Alto Salvador 2009. Que el señor te reciba en sus brazos. QEPD Majestad”.
“Además de linda, Noe era una chica muy inteligente, era una chica brillante”, le dijo a Infobae Florencia Giorgio, una de sus mejores amigas. Ambas se habían recibido de licenciadas en Publicidad en la Universidad del Aconcagua: Noelia fue segunda escolta y su amiga escolta suplente. También se habían especializado en marketing digital. Noelia había fundado una agencia de marketing no convencional, que se adaptaba a su forma de trabajo. Incluso, el año pasado había cursado una diplomatura relacionada a comunicación política.
“Era una persona muy curiosa que vivía al día y quería explorar el mundo. Le gustaba conocer gente, culturas, probar cosas nuevas. Cuando se fue del país, no tenía un rumbo definido, no sabía dónde iba a terminar y le gustaba esa incertidumbre”, contó Florencia. Noelia ya había viajado por México, Colombia, Chile, Brasil, Estados Unidos, Tailandia, Dubai e India. “Tenía fascinación por las vistas, por los miradores. Le gustaba meditar en todos esos lugares. Se conectaba mucho con ella y con la naturaleza”, relató.
Su trabajo, remoto y por computadora, le permitía viajar sin dejar de percibir ingresos. Tenía la ciudadanía española. Decidió viajar en busca de su destino. Hace unos meses, encontró en Asturias un proyecto que la había entusiasmado. Su familia la estaba buscando desde la semana pasada. Se comunicaron con el hostel donde se hospedaba y les dijeron que lo último que sabían de ella era que se había ido en camioneta a recorrer el norte de la región.
“Lo que pensamos es que fue recorriendo y le llamó la atención el paisaje. Creemos que bajó a mirar: es probable que haya buscado un lugar tranquilo para meditar, porque era algo que solía hacer. Por lo que nos contaron, donde estaba la marea sube y baja de repente. Ella, sin saberlo, se encontró en esa situación. Entendemos que quiso trepar para poder salir, se resbaló y cayó”, interpretó Florencia. “Pero los que la conocimos nos queda un poco el consuelo tonto de saber que murió como vivió, con intensidad y en aventura”. La causa de la muerte fue fractura de cráneo, según relevó el entorno de la familia.