Desde 2013, cada 13 de abril se celebra el Día Internacional del Beso. El motivo de su festejo lo inspiró una pareja tailandesa que, durante una maratón organizada en su país por San Valentín, permaneció parada, sin descansar, ni dormir, ni despegarse sus labios durante 58 horas, 35 minutos y 58 segundos.
En rigor, la fecha fue elegida porque el 13 de abril del año anterior – en un certamen similar- la misma pareja había alcanzado la marca de 46 horas consecutivas besándose.
El acto de besar además de ser un gesto de amor, cariño o el preámbulo para una relación sexual, tiene propiedades beneficiosas para el ser humano. En un beso se liberan endorfinas – las llamadas hormonas de la felicidad- y se ponen en movimiento alrededor de 30 músculos de la cara.
Además, el beso ayuda a reducir la presión arterial, combate las caries, elimina dolores de cabeza, genera que se quemen algunas calorías y, entre otras propiedades, aumenta la autoestima.
Según Federico Volinsky, CEO de la app de citas BlindLove, los argentinos se encuentras entre los mejores besadores. "Son de los más pasionales de América Latina. Al principio pueden parecer un poco tímidos, pero una vez que sienten que hay química, el corazón ‘gana´ la pulseada y se animan a disfrutar."