Con las vacaciones de verano prácticamente iniciadas para muchas actividades, los principales centros turísticos del país han comenzado a registrar una inusual actividad debido a que esta temporada, por la pandemia del Covid-19, el turismo interno será el que concitará el mayor interés, ante las dificultades para salir o entrar al país. Lo que se espera es que no todos los ojos de los turistas estarán puestos en los lugares tradicionales, sino que se podrán tener en cuenta sitios alternativos que hasta ahora han tenido un escaso desarrollo turístico, como ocurre en San Juan.
Se sabe que en nuestra provincia, además del Valle de la Luna, en Valle Fértil; el paraje Difunta Correa, en Caucete; la Pampa de El Leoncito y Barreal en Calingasta y el Dique Cuesta del Viento, en Iglesia, hasta donde antes de la pandemia llegaban cientos de turistas de todas partes del país, hay otros lugares igualmente atractivos por sus bellezas naturales y su tradición turística, pero con menor desarrollo de su infraestructura turística básica y de servicios que les impiden ser alternativas válidas.
Más allá de los incentivos económicos-financieros proporcionados en estos últimos tiempos desde la Nación y la Provincia para promover el turismo local, lo que está haciendo falta en San Juan es la formación de una auténtica conciencia turística que contribuya a ofrecer servicios de calidad y una agenda de eventos recreativos y culturales que sirvan de atracción en cada departamento. Es lo que hará que los turistas queden conformes y consideren la posibilidad de regresar a la provincia.
Una de las mayores quejas que se registran al evaluarse las prestaciones de los servicios turísticos en los departamentos con mayores recursos, es decir Calingasta, Iglesia y Valle Fértil, es que la oferta es escasa, no está al nivel de las necesidades planteadas, y que más allá de los atractivos naturales -que son innegables- no hay suficientes propuestas que cautiven a los turistas, limitando sus estadías a unos pocos días. Tampoco se están desarrollando otros sitios turísticos con gran potencial, como la zona de Pedernal en Sarmiento; las zona Oeste de Pocito; o sectores de Albardón, Ullum y Zonda que ofrecen muy buenas alternativas a pocos kilómetros de la ciudad de San Juan, ni otros más alejados como Manantiales, Ansilta o sitios de la zona precordillerana donde se puede promover el turismo aventura con permanencia y no por uno o dos días.
El actual esquema turístico abre como nunca la posibilidad de que provincias como San Juan alcancen un desarrollo sin precedentes. Son las autoridades de Turismo, junto a los intendente municipales y operadores y concesionarios turísticos, los que se tienen que poner de acuerdo para aprovechar esta oportunidad con un plan práctico y concreto de desarrollo que consolide las bases de la actividad.
