Señor director:

Una línea distintiva de nuestros cantares folclóricos históricos se alimentó de las hazañas y sucesos protagonizados por los caudillos, aquellos que vivieron sus vidas durante el siglo XIX, cuando las luchas fraticidas ensombrecieron el escenario nacional. Estas coplas populares se referían a sucesos locales o regionales, concordando de esta manera con las características propias de los fenómenos folclóricos, esto es su localización geográfica. El tema de estos cantares registró la política interna de una determinada provincia con sus reyertas típicas, la vida de los caudillos, su perfil humano y las épicas batallas libradas por ellos. Desde el temerario Facundo Quiroga, hasta el bizarro Felipe Varela, han sido tópicos de estas coplas folclóricas. Este conjunto de glosas y canciones populares, fueron rastreadas por los investigadores en la memoria del pueblo, y luego recopiladas para llegar hasta nosotros. Todos ellos tienen no sólo valor musical o poético, también son útiles como fuentes históricas. Una de estas publicación tiene como autora a la profesora Olga Fernández Latour en base a un trabajo de campo sobre el caudillo riojano Ángel Vicente Peñaloza, más conocido como "el Chacho". Ella manifiesta, por ejemplo, la gran admiración que sentían los paisanos por el Chacho, a tal punto que lo cotejaban con lo sagrado. Es así que en la época de mayor notoriedad del caudillo, los payadores cantaban sus hazañas de esta manera: "¡Viva Dios, viva la Virgen!, ¡viva la estrella mayor!, ¡viva Peñaloza y Puebla con todo su batallón!…". También están registradas vidalitas montañesas, entonadas de pueblo en pueblo por los cantores, que nos hablan de los lugartenientes del Chacho: "Achalay que linda rosa, Chumbita con Peñaloza…". Pero fue a partir de su sangrienta muerte ocurrida en Olta de Malanzán, en noviembre de 1863, cuando las coplas populares por Ángel Vicente Peñaloza, se multiplicaron, como esta que reza así. "Dicen que en el lugar de Olta, le han cortado la cabeza, pillándolo de sorpresa una partida de flota, así ha corrido la nota, no se si será verdad (…), casi estoy a consentir: murió nuestro general…".