Dos empresarios, uno de la firma Electroingeniería y el otro de Supercemento, fueron detenidos ayer por orden del juez federal Claudio Bonadio en la llamada ‘causa de los cuadernos‘ de la corrupción, informaron fuentes judiciales.
Los detenidos fueron Osvaldo Acosta, copropietario de la firma Electroingeniería, y Gustavo Dalla Tea, presidente de Supercemento, quienes fueron apresados luego de prestar declaración en los tribunales federales de Comodoro Py, en el barrio porteño de Retiro, en la ciudad de Buenos Aires.
Acosta y Dalla Tea son dos de los 101 empresarios y exfuncionarios citados a indagatoria por Bonadio por distintos hechos investigados en la causa originada en cuadernos cuya autoría se atribuyó Oscar Centeno, el arrepentido exchofer del ministerio de Planificación.
Los dos empresarios quedaron detenidos al ser imputados como miembros de una asociación ilícita vinculada con la supuesta cartelización de la obra pública durante los gobiernos de Néstor Kirchner y de su esposa y sucesora, Cristina Fernández de Kirchner, actual senadora nacional por la provincia de Buenos Aires.
Fuentes judiciales indicaron que los empresarios detenidos habían negado los cargos que se les imputa, como lo hizo Cristina al presentar ayer un escrito ante el juez Bonadio, que la había citado a declarar.
Por los tribunales federales de Comodoro Py también pasó Gerardo Ferreyra, el otro dueño de la firma Electroingeniería, quien fue trasladado desde el penal de Marcos Paz, donde está detenido, para volver a ser interrogado por el juez.
Ferreyra, que reconoció haber dado dinero para colaborar con el kirchnerista Frente para la Victoria pero negó que eso fuera un delito, es uno de los pocos empresarios que quedaron procesados como miembros de una asociación ilícita.
La semana pasada habían sido detenidos otros dos empresarios: Hugo Dragonetti, dueño de la firma Panedile, uno de los 101 citados, y Gustavo Ammaturo, cuya dirección aparecía en los cuadernos de Centeno pero la justicia tardó en detectarlo.
Procesamiento
El falso abogado Marcelo D’Alessio fue procesado ayer con prisión preventiva por el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, por la extorsión denunciada por el empresario Pedro Echebest.
El magistrado procesó a D’Alessio por el delito de extorsión y lo ubicó como miembro de una asociación ilícita integrada por más personas que se dedicaba a poner en crisis a distintas personas para hacerlos declarar en un expediente judicial o sacarles dinero, según consta en el fallo al que accedió la agencia oficial de noticias Télam.
El juez le trabó a D’Alessio un embargo por 10 millones de pesos y, tras emitir el fallo, ordenó la detención de los excomisarios de la Policía Bonaerense Ricardo Bogoliuk y Aníbal Degastaldi, quienes habrían integrado la asociación ilícita.
D’Alessio fue denunciado el 28 de enero por el empresario Etchebest, quien dijo que lo extorsionó indicando que lo hacía en nombre del fiscal federal Carlos Stronelli cuando le reclamó 300.000 dólares para evitarle quedar involucrado en la causa de los cuadernos de las coimas.
‘Golpes’
El presidente argentino, Mauricio Macri, admitió ayer que la ‘causa de los cuadernos‘, por la
que la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) tuvo que volver a declarar ayer ante la Justicia, fue uno de los tres ‘grandes golpes‘ que ha vivido la economía argentina, en recesión desde 2018.
‘La sequía que vivimos el año pasado fue uno de los tres grandes golpes que vivió nuestra economía, como la falta de financiamiento de los mercados emergentes, como la crisis de los cuadernos‘, declaró Macri tras recorrer la obra hidráulica de la cuenca de Río Salado, en la provincia de Buenos Aires.
‘Qué particularidad esto: que (la gobernadora bonaerense María) Vidal y Macri el gato terminen las obras del arroyo Del Gato. Es una cosa bastante particular‘, ironizó ayer por la mañana el presidente Macri, al hacer referencia al apodo que recibió, sobre todo de militantes afines al kirchnerismo. El mandatario bromeó también con el horario al recordar que acababa de regresar de la India y que aún estaba bajo el efecto del jet lag. Télam