En Pocito los Ighani producen plantas para más de 500 hectáreas nuevas que según datos oficiales serían 3.000 en San Juan. Seguro a más.

La empresa Pisté SRL es la madre del cultivo de pistacho en nuestro país y los jóvenes empresarios Soledad y Maximiliano junto a su padre y pionero en la actividad, arquitecto Marcelo Ighani, dialogaron con Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO sobre esta empresa, volcada ahora a la producción agroecológica orgánica de este fruto seco".

En su nueva planta de procesamiento e invernadero del departamento Pocito Soledad, "la mujer del pistacho", indicó: "ampliamos tanto la producción para el consumo y a la vez incentivando inversiones para que nuevos jugadores entren en este rubro, acompañando con la producción y venta de plantines a gran escala".

La cosecha y comercialización internacional del pistacho genera importantes ingresos para la provincia. 

MÁS SUPERFICIE

"Estamos desarrollando plantines para más de 500 hectáreas de este cultivo. Un total de 150 mil plantines para ofrecer. Hoy contamos con cámaras de germinación, invernaderos de 600 metros cuadrados y una superficie de 1 hectárea para rusticar, donde los plantines se desarrollan durante más de un año en macetas de 10 litros con riego por goteo y aspersión".

Consultados por las nuevas inversiones describió: "Tenemos un nuevo galpón de 1.000 metros cuadrados para el procesamiento del fruto seco. Pelado, secado, tostado, salado y envasado. Contamos con 90 hectáreas propias de las cuales 50 ya están en producción en Carpintería, Pocito. En este departamento concentramos nuestra labor". 

"Hemos ampliado superficies. Pasamos de un predio de 7.000 metros cuadrados y un galpón de 500 metros cuadrados a un galpón de 3.000 metros cuadrados de superficie cubierta y una disponibilidad total del predio de 40.000 metros cuadrados", indicó Soledad.

INJERTOS

Consultados por el injerto en invernadero o en finca, Maximiliano tomó la posta: "El injerto es a campo. Lo que recomendamos. De esta forma tamaño y grosor de las plantas son más uniformes. En invernadero se puede hacer, pero la dificultad se presenta en cuanto a las diferencias de diámetros más marcado entre el pie y la yema o injerto".

Sobre la razón explicó: "Esto es importante, muy importante. Porque la cosecha es mecánica y por ende necesitamos el mismo diámetro de tronco en todas las plantas. Las cosechadoras deben regularse para que no dañen las plantas para un diámetro lo más uniforme posible", agregando; "Las cosechadoras tienen una regulación de presión, revoluciones por minuto para la vibración y de tiempo. Cuando el maquinista va al campo, calibra para las 10 o 100 hectáreas de plantas iguales a cosechar ese día. La idea es que todo el trabajo del maquinista sea igual y no dañe ninguna".

Soledad y Maximiliano junto a su padre Marcelo Ighani y periodistas agrarios argentinos en la nueva planta. 

SIMIENTES CERTIFICADAS

Consultados por el origen de las semillas del árbol de "Pistacia Vera", fruto seco originario de Siria, Turquía, Afganistán y el Irán natal de Marcelo Ighani, Maximiliano indicó: "Las semillas de nuestras plantas portainjertos llegan de un vivero de Arizona, certificado para la producción de simientes por la Universidad de California. Esta Universidad es la dueña de la patente, por eso la variedad de las semillas o pie se llama UCB1, siglas del inglés que se traducen en las palabras Universidad California Berkeley", agregando que "el vivero de California le pide permiso y le paga un royalties o patente a la Universidad de California por su comercialización. Este es el portainjerto".

"La historia del injerto es muy interesante. La hembra productora de los pistachos es la variedad Kerman o productora de pistacho y Peter o macho blanco que produce el polen, variedad que trajo mi padre junto a Juan Domingo Bravo de California en el año 1994. Eran estacas de 5 o 6 yemas conservadas en papas que, se pudrieron algunas, pero que luego fueron multiplicadas en San Martín y luego en todo el monte pistachero del país".

"Actualmente han crecido los controles al ingreso de estos materiales vegetales en el país y es un trámite complicado. Quiero importar ahora dos variedades nuevas hembras para experimentar en Carpintería, mucho más precoces y de mayor productividad; que además no son veceras o añeras en rindes y que ya llevan más de 15 años. Son variedades más precoces en floración y por ende la zona más recomendada es Carpintería por las heladas tardías", comentó el especialista. 

NÚMEROS PISTACHEROS

  • 400  son en San Juan hoy las hectáreas en producción con rindes promedios de 3.000 kilogramos por hectárea según estimaciones privadas.
  • 10  U$S es el costo aproximado por planta. La inversión estimada por hectárea es de U$S 4.500 y U$S 4.000 el operativo anual. Un kilo cotiza a U$S 11. 

 

 

> Vuelco sustancial a la agroecología

 

El vuelco a la agroecología significa evitar la quema de la chala de caña de castilla para hacer compost.

 

Desde la firma Pisté SRL, trabajan desde hace tiempo en implementar una agricultura de triple impacto y así confirma el rumbo Maximiliano Ighani al señalar: "La agroecología es buscar generar productos alimenticios mediante una mayor conciencia en el cuidado de los recursos, tanto en el cuidado de la tierra entendida como Casa Común, al devolverle al suelo lo que extraemos de la misma forma en que lo genera, reutilizando y cuidando el agua y teniendo en cuenta el ser humano o trabajador para que tenga una mejor calidad de vida".

Ighani apoya las actividades de triple impacto, "económicamente rentables, socialmente responsables y amigables con el medio ambiente. Nos olvidamos de la síntesis química y las sales y si volvemos a los minerales naturalmente presentes en el planeta, al compostaje y demás labores culturales que le reintegran al suelo lo que perdió durante siglos". 

"Utilizamos, por ejemplo, la tierra de diatomea o la carbonilla de las grandes calderas de invernaderos que calientan sus invernaderos con el fuego de ramas y materiales vegetales que generan cenizas claves para corregir el suelo, por ejemplo", indicó agregando: "Se trata de aplicar conceptos de la bioeconomía y la economía circular de los pueblos originarios de San Juan como el rezago del pelado de los cañizos o chala de caña. Hablamos de miles de metros cúbicos que conseguimos en la zona para ‘compostar’ con guano de cabra orgánico de puesteros de 25 de Mayo, de cabras que pastorean el monte".

Y agrega: "A ese orgánico lo inoculamos con levaduras y azúcares para que genere una fermentación rápida con una técnica japonesa de descomposición acelerada llamada bokashi y que posibilitará que las plantas de pistacho puedan alimentarse del nitrógeno, fósforo y potasio disponibles en el suelo".

Los bosques de pistacho de Carpintería ahora se cubren de verde para preservar la humedad y mejorar calidad.

LA RAZÓN

"En mi caso particular, a partir de una experiencia personal, comenzamos con un cambio de forma de ver la producción de alimentos, en un primer momento a partir de la alimentación con productos certificados orgánicos y paralelamente avanzando en el desarrollo e implementación de un sistema de producción agroecológica", señaló el joven empresario.

"En Córdoba pude desarrollar una granja biodinámica y a partir de allí trasladar esta experiencia a los pistachos de Pisté SRL con muy buenos resultados… Hace un mes por ejemplo hemos enterrado el bokashi en los bosques de Carpintería y ahora se observan lombrices y vida benéfica en el suelo que se había extinguido", relató.

E indicó: "En el caso de los frutales en la agroecología en lugar de eliminar la maleza la aprovechamos. Nosotros buscamos retener el mayor porcentaje de humedad posible en el suelo y para ello es clave por ejemplo la malva en invierno que rompe las estructuras del suelo y se incorpora luego como materia orgánica. Por ejemplo hoy estamos sembrando sorgo y moha en el pistacho, plantas que incorporan nitrógeno al suelo".

"La idea es romper mitos y creencias y desarrollar sistemas de producción amigables con un atribulado medio ambiente, socialmente responsable y por ende sustentable en el tiempo en lo económico".

DESDE EL INTA 

El ingeniero Emiliano Dibella desde el INTA San Juan explicó que "Bocashi -o bokashi- es una palabra de origen japonés que significa: materia orgánica fermentada o cocida al vapor. Es un abono orgánico sólido, producto de un proceso de semi-descomposición de residuos orgánicos que acelera la degradación de la materia orgánica y eleva la temperatura, permitiendo la eliminación de patógenos. Este proceso es más acelerado que el compostaje y permite obtener un abono entre 12 y 21 días". 

 

MÁS DATOS
Para mayor información visitar el website: www.pistepistachos.com