A 10 días de la desaparición de la tucumana Daiana Abigail Garnica, solo hay conjeturas. Si bien el fiscal Claudio Bonari ya caratuló la causa como privación ilegítima de la libertad seguida de homicidio, todavía no hay un solo rastro de la jovencita de 17 años. No obstante, intentan determinar si un elemento hallado dentro del horno de la cortada de ladrillos donde trabajaba el principal sospechoso le pertenece a la víctima.
Los investigadores aclaran que todo debe ser analizado en laboratorio, por lo que nadie se atreve a confirmar o descartar nada. Pero podrían estar ante un elemento clave. Se trata de una pequeña pieza de acero quirúrgico que encontraron dentro de uno de los hornos de la ladrillera. “Podría ser un arito de Daiana, ella tenía un piercing arriba del labio, pero todavía no hemos podido confirmar si era de ella. Lo que nos dijeron es que no se quemó porque es de acero quirúrgico, si hubiera sido de otro material ya no estaría”, explicó el abogado de la familia Garnica, Sergio Pérez.
El hallazgo de ese posible piercing se suma a los pequeños restos que levantaron los peritos de ese mismo horno, que podrían ser piezas dentales. Todos esos elementos ya son analizados por especialistas, quienes intentar confirmar o descartar lo antes posible una conexión con la desaparición de Daiana. Lo que sospecha Bonari es que el principal imputado, Darío Suárez, abusó de la jovencita, luego la asesinó y se deshizo de sus restos quemándola en el horno de la cortada. Para ese fin, el fiscal estima que contó con la colaboración de varias personas, entre las que se encuentra un amigo y compañero de trabajo suyo, Fabián Hernesto “Sapo” Pacheco, y el dueño de la ladrillera, Juan Mátar.
Esas personas también están detenidas. De hecho, ya son 10 los supuestos involucrados en el caso que quedaron privados de la libertad por disposición de Bonari: Suárez; sus hermanos César y Miriam; su esposa Yanina Alejandra Villarreal; la hermana de esta, Elena; la suegra de Suárez, Juana Rosa Funes; Mavi Castro, prima de Suárez; Carmen Santana, otra presunta pareja suya; “Sapo” Pacheco y Mátar. La mayoría de ellos está imputado por encubrimiento.
Amenazas
Ayer temprano había comenzado a circular el rumor de que la familia de Daiana había recibido amenazas. Fuentes del caso habían informado que los parientes de la jovencita recibieron misteriosas llamadas en sus teléfonos fijos y en los celulares. Y habían agregado que una hermana de la víctima recibió en su teléfono móvil la fotografía de una joven desconocida que estaba desnuda, acompañada por la advertencia: “dejen de hacer tanto lío o así va a aparecer Daiana”, que provenía de un número de teléfono cuyo código corresponde a La Rioja. Pero el representante legal de la familia negó esa versión. “Hablé con el papá de Daiana y me dijo que no recibió ninguna amenaza”, aseguró Pérez.
Los peritos, sin embargo, se encuentran analizando varios teléfonos celulares. Revisan con cuidado las sábanas de mensajes de texto y llamadas que fueron recibidos y enviados desde los teléfonos celulares de cada uno de los sospechosos. La información extraída es tan extensa que esa tarea podría demandarles varios días.
"No se puede torturar a un detenido"
Para el fiscal Claudio Bonari, todos los caminos de la desaparición de Daiana Garnica conducen al principal sospechoso, Darío Suárez. Por eso mismo, desde el comienzo de la investigación se dedicó a indagar en el entorno de este hombre y terminó apresando a varios de sus allegados: un compañero de trabajo, su jefe, dos hermanos, su esposa, su suegra, su cuñada, una prima y a otra presunta pareja. Además, lo acusó formalmente por los delitos de privación ilegítima de la libertad seguida de homicidio. Sin embargo, Suárez negó todas las acusaciones al declarar, y esto molestó de sobremanera a la familia de la muchacha desaparecida. Los parientes de ella comenzaron a exigir que se obtenga de cualquiera manera la confesión del sospechoso. “Tiene que decir dónde está Daiana, tienen que hacerlo confesar, si no para qué lo tienen. No es un sospechoso, el culpable es él y si no lo es, yo me voy a hacer responsable. ¿Qué espera la Justicia?”, había criticado Ramón Garnica, el padre de Daiana. Ante esta situación, el fiscal dio su versión.
“Entiendo todo el dolor de los padres que están buscando a la chiquita y les digo que se está trabajando sin descanso para encontrarla, es lo que nosotros también queremos. Pero creo que está habiendo una confusión; yo no puedo agarrar del cuello a un acusado y obligarlo a confesar un delito, porque estaría cometiendo un delito yo. Se pide que se obligue a confesar al detenido, pero uno no puede torturar a una persona para extraerle una confesión”, aclaró.
Bonari explicó que a Suárez lo llamó dos veces a su despacho. “Tiene un derecho constitucional de abstenerse a declarar si lo desea, y así lo hizo en un primer momento; luego declaró y dio su versión, en la que negó todas las acusaciones. Se está trabajando con los elementos que tenemos”, puntualizó el fiscal.
Fuente: La Gaceta.-