
Como asociaciones civiles autónomas cuentan con ayudas puntuales de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) y en nuestra provincia disponen de la presencia permanente de la Dirección de Bibliotecas Populares, creada en el año 1999 bajo la gobernación del Dr. Alfredo Avelín, y reformulada en el año 2014. Pero no son mantenidas por el Estado en ningún caso, y cada biblioteca nace por la acción de grupos de vecinos de cada comunidad.
La primera biblioteca de San Juan, la "Benjamín Franklin” fue creada por Camilo Rojo en 1866 a instancias de Domingo F. Sarmiento, auténtico precursor de estas instituciones en el país. Cuentan con una activa participación de socios y de la comunidad en general de manera plural pero sin connotaciones políticas.
Transformación de las bibliotecas populares
Desde hace doce años al frente de la Dirección Provincial de Bibliotecas Populares, se encuentra Liliana Alaníz, quien ha cursado estudios universitarios de Historia y desde que se hizo cargo de estas funciones produjo una transformación muy eficaz en las bibliotecas populares. Paralelamente, el aporte de la CONABIP fue y sigue siendo enriquecedor y se profundizó especialmente desde la primera etapa como presidenta. la licenciada María del Carmen Bianchi, psicóloga, docente y ex diputada nacional por Buenos Aires, quien dispuso medidas de apoyo de la Nación a las bibliotecas que ayudaron a fortalecer a estas entidades en todo el país.
La dirección de Bibliotecas Populares, dependiente de la secretaria de Cultura del Ministerio de Turismo y Cultura provincial, dispuso hace una década, hacer un estudio de todas las bibliotecas populares de la provincia para conocer realmente la situación de cada una de ellas.
Reorganización
Para Liliana Alaniz, "en aquel momento nos encontramos con un grupo de bibliotecas que no cumplían sus funciones por distintas razones y estaban cerradas. Lo primero que hice fue interiorizarme de la Ley de Bibliotecas local, que hoy es la 336 F, de "Protección y fomento de bibliotecas populares”, y también de la de CONABIP, que es la 23.351”. La primera conclusión a la que llegó la funcionaria fue que "no había un registro formal de bibliotecas y decidí comenzarlo”, asegura.
En ese sentido, según explica, se le dio un número a cada entidad "de acuerdo a la antigüedad de la biblioteca y a su actividad, casi como un documento de identidad de cada biblioteca. Cuando yo comencé en la Dirección, hace doce años, siendo ministra de Cultura, la arquitecta Zulma Invernizzi, habían casi 100, pero la mayoría cerrada o sin autoridades ni bibliotecarios.
Una vez ordenadas quedaron unas 50 y hoy están funcionando 54 bibliotecas populares en toda la provincia”.
Afortunadamente, en esa primera etapa que cita Alaniz, la CONABIP comenzaba a otorgar subsidios para mantener abiertas las bibliotecas con sus actividades: "Incluso comenzaron a entregar un subsidio para que cada biblioteca tenga un bibliotecario, o un personal auxiliar bibliotecario para abrir la sala de lunes a viernes con algún horario conveniente, ya que no hay que olvidar que las bibliotecas populares son asociaciones civiles sin fines de lucro y de algún lado deben salir apoyos para mantenerlas en correcto funcionamiento”.
Se comenzó a participar de la Feria del Libro de Rawson de manera conjunta en amplios stands "y creamos nuevas bibliotecas -dice la directora- en el Museo Manzini de Zonda, y en Chimbas, donde no había biblioteca, creamos una, la llamamos "Paula Albarracín de Sarmiento” y una segunda, la "Juana Azurduy”, mientras, en Rivadavia, pusimos en marcha la biblioteca "Héroes Indo-latinoamericanos”.
La Federación de Bibliotecas
Un organismo también significativo en este ámbito es la Federación de Bibliotecas Populares de San Juan, cuyos titulares en los últimos años cumplieron un papel valioso según lo han reconocido las autoridades de bibliotecas. Nos referimos a Nené Illa de Maimone, Pilar Cebrián de Ortiz, Víctor Vásquez y en la actualidad María del Carmen Muñoz. La gestión de Vásquez debió enfrentar la pandemia, pero no perdió contacto en ningún momento con las bibliotecas logrando servicios esenciales para una época tan difícil. Desde estas gestiones se consiguió la ley que hace inembargables los patrimonios de las bibliotecas populares.
Mucho ha evolucionado esta dirección desde sus difíciles comienzos en el año 2000, contando entonces con Oscar Eduardo Elizondo como primer director, también de fecunda labor en toda la provincia.
El aporte de la CONABIP
Este año la CONABIP dispuso aportar la cantidad de 378.000 pesos cada biblioteca con destino a la compra de libros en la Feria Internacional de Buenos Aires del pasado mes de abril. Esto permite actualizar la bibliografía teniendo en cuenta que, en esa Feria, las bibliotecas solo pagan el 50 por ciento del costo de cada libro. Sostiene también la directora de Bibliotecas Populares que en cada biblioteca se vienen conmemorando "las fechas patrias, el día de Libro, del Escritor y de las Bibliotecas Populares”. La actual dirección también puso en marcha la Fiesta Provincial del Libro que ya llegó a su sexta edición, con el decidido apoyo de la secretaria de Cultura, Virginia Agote, y la ministra Claudia Grinszpan”.
Desde hace un año permanece en San Juan la Bibliomóvil de la CONABIP y se ha pedido extender su labor por seis meses más "para continuar llegando a los rincones más alejados de la provincia”, dice Alaníz, quien destaca también el apoyo de la Universidad Católica de Cuyo y de la contadora Marisa Martínez para la regularización administrativa de las bibliotecas populares.
