No sólo que se ha vuelto difícil conseguir repuestos de automotor en San Juan, sino que los precios han volado: en talleres y casas de repuestos confirmaron que los valores se han más que duplicado en doce meses , y en muchos casos trepan hasta el 120%. Esa falta de repuestos afecta de manera directa en los talleres mecánicos y hay algunos que están abarrotados de vehículos porque las reparaciones tienen una demora que ronda los tres o cuatro meses. Esto se acentúa principalmente en los talleres que trabajan con las compañías de seguros, pero en general, todos de alguna manera sufren el problema. Los faltantes alcanzan desde las piezas más comunes como un radiador, hasta la ópticas de xenón (ver Los repuestos que faltan).
Alejandro Campallo tiene su taller en la calle Aberastain Norte en Capital y ayer se quejó por tener unos 10 autos estacionados en su local sin poder arreglar por la falta de repuestos o bien, porque al llegar la pieza buscada, su valor es tan alto que el cliente tarda meses en juntar la plata. Por ejemplo, un juego de embrague de un Vento, un Bora o un Passat que el año pasado costaba entre $70.000 y $90.000 hoy ronda los $140.000. Una batería buena pasó de $7.500 a unos $16.500, y la cubierta de un auto mediano que el año pasado se conseguía a $6.100 hoy no baja de los $15.000 a $17.000. Una óptica de un auto 2018 o 2019 ronda los $17.000 y de uno más nuevo, los $22.000; mientras que la de una camioneta alcanza los $70.000. Pero no es sólo que están caros, sino que no se consiguen y dicen que es por el freno a la importación que impuso el Gobierno nacional, porque aunque algunas líneas de accesorios son nacionales, hasta un 75% se hacen con insumos importados. A eso se sumó que se cortó la financiación, según explicó Pierino Licheni, desde Accesorios San Juan en la calle Rawson. El empresario contó que ya recibió listas de precios nuevos con una suba del 10% desde el lunes. Opinó que el problema del encarecimiento de los repuestos, además del freno a la importación, es porque están atados al valor del cero kilómetro cuyos precios están sobrevaluados. "Hoy una camioneta Amarok vale lo que un departamento", comentó. Agregó que el alza de precios golpea más a quien tiene que comprar un repuesto para un modelo más viejo.
En el taller de Fredy Vargas que cuenta con un espacio de 2.000 metros cuadrados (m2), el empresario sólo cuenta con 800 m2 para trabajar porque el resto está repleto de autos nacionales e importados, "tirados" desde hace 3 o 4 meses por la falta de repuestos. Agregó que en muchos casos se terminan poniendo repuestos alternativos, de segunda calidad; que terminan siendo un "dolor de cabeza" para el cliente, "además de que ahora te lo cobran como si fuera original". "De 70 u 80 operaciones semanales, tenemos un 15% varado", aseguró. Un situación similar se vive en el taller de Julio Montaño. "En el último mes se ha complicado más, con la suba del dólar porque los repuesteros en general no tienen stock por los altos costos. "Hemos optado por recibir el auto cuando el cliente tenga todos los repuestos, porque si no queda el vehículo parado en el taller", informó. En coincidencia, Jorge Álvarez, desde el taller de Vargas, indicó que han tenido que hablar con los propietarios para que no traigan el vehículo al taller hasta que las compañías de seguros no consigan todos los repuestos para el caso de los que han sufrido siniestros.
En otro punto de la ciudad, en el taller de Mauro Ruiz, contaron que no tienen vehículos varados y que hasta ahora se están dando vuelta con los repuestos. Eso sí, los precios son tan diferentes que han optado por pedirle al cliente que compre los repuestos. "Hay kits de distribución que salen $15 mil en un local y en otro hay una diferencia de $3.000", comentó.
- Concesionarias y aseguradoras
Desde el taller de Vargas, Jorge Alvarez explicó que un problema que tienen con las compañías de seguro es que los autos están parados dos o tres meses porque tardan suministrar piezas clave. "Está sucediendo que hacen una compra de repuestos originales, pero algunos que vienen son alternativos y si el cliente los rechaza lo mandan a una lista de espera porque el original no se consigue", explicó. Otro drama son los siniestros, porque el valor de los repuestos es tan alto que rápidamente los autos alcanzan el 50% o más de daños y se van a "destrucción total". Eso implica que el propietario va a recibir la plata de un auto nuevo, pero dijo que las aseguradoras lo están pagando al precio tasado por rentas (que es menor que el de mercado), por lo que para tener un auto nuevo debe terminar poniendo más plata de su bolsillo. Eso generó otro nicho de mercado, porque los autos que van a destrucción total, suelen ser desguazados y ha crecido la comercialización de esas partes. ""Mucha gente está optando por comprar repuestos usados", aseguró Alvarez.
- Los repuestos que faltan
La escasez es generalizada: no se consiguen piezas clave de mecánica, de seguridad, sensores de ABS, airbags, radiadores, piezas de gomas y paragolpes. También faltan piezas de inyección, turboalimentadores, inyectores, etcétera. En los talleres aseguran que en las últimas semanas se ha incrementado la falta de neumáticos sobre todo Bridgestone y Michelin, para las camionetas. Se han vuelto una figurita difícil los frentes de vehículos, los embellecedores o líneas cromadas han desaparecido, como también las ópticas negras que son de xenón. En importados es imposible encontrar por ejemplo inyectores, repuestos electrónicos y sensores, y en los nacionales faltan desde radiadores, tapas de cilindro y válvulas.