Los ecuatorianos todavía no salen de su asombro por el crimen del candidato presidencial Fernando Villavicencio, mientras el presidente de esa nación declaró ayer un estado de excepción por 60 días en todo el país.
Además, el mandatario Guillermo Lasso dijo que se mantiene la fecha de las elecciones presidenciales, previstas para el 20 de agosto.
Villavicencio, de 59 años, había asistido el miércoles a un mitin político en el Colegio Anderson, en Quito, capital de Ecuador. El candidato caminaba hacia su auto cuando empezó el ataque de un grupo de sicarios. Testigos mencionan 40 disparos con metralletas. Villavicencio recibió al menos 3 tiros en la cabeza.
El fallecido era un acérrimo detractor del expresidente Rafael Correa y los ejes de su campaña eran la lucha contra la corrupción y el crimen organizado. Villavicencio se había destacado por su denuncia de la filtración del narcotráfico en los estamentos de gobierno y había basado la propuesta de su campaña en afianzar la seguridad ciudadana a través de la policía y el ejército.
La imagen y nombre de Fernando Villavicencio seguirá apareciendo en las boletas electorales de Ecuador. A su vez, la norma electoral ecuatoriana indica que el candidato deberá ser reemplazado. El asesinato de Villavicencio se dio en un momento en que el país sufre una escalada de la violencia por la acción de bandas criminales.
El fallecido, identificado como un acérrimo detractor del expresidente Rafael Correa (2007-2017), se movilizaba con protección policial ante amenazas que había recibido semanas atrás.
El pasado 31 de julio, había denunciado públicamente que un sujeto identificado como José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, líder del grupo criminal local Los Choneros y ligado al cártel mexicano de Sinaloa, lo había amenazado, aunque hasta ahora ninguna autoridad ecuatoriana ha señalado a ninguna organización delictiva específica como responsable del homicidio.
El candidato, además, dijo que entre sus propuestas estaba crear una cárcel especial de altísima seguridad para trasladar a Fito y otros capos y sicarios. Villavicencio, que se movilizaba con protección policial por las amenazas, también había denunciado que había vínculos entre políticos y narcotraficantes.
Un grupo de encapuchados que dijo pertenecer a la banda criminal Los Lobos, una de las agrupaciones delictivas más grandes de Ecuador, afirmó ayer ser responsable del asesinato, en un video cuya autenticidad fue puesta en duda.
"Cada vez que los políticos corruptos no cumplan con su promesa cuando reciben nuestro dinero, que son millones que financian su campaña, serán dados de baja", afirma en el video un hombre encapuchado. En el ataque del miércoles se registraron 40 heridos y 6 detenidos. Un policía fue herido. En el cruce de balas, un sospechoso murió. Desde hace meses, Ecuador vive un contexto de violencia que tiñe de rojo las calles de esa nación americana. En julio de este año fue asesinado un alcalde, en un ataque de sicarios. A esto se suman los motines carcelarios de los últimos días. Desde el Gobierno ecuatoriano han culpado del actual auge delictivo no sólo a los narcotraficantes, sino a la poca inversión de administraciones anteriores. Desde 2019 las cantidades de droga incautada en el país sudamericano se han triplicado.