Para combatir a la Lobesia botrana, una plaga que afecta el cultivo de la vid, esta temporada se invirtieron un total de 238 millones de pesos, un 19% más que la anterior, cuando se destinaron 200 millones a ese fin. Del total de recursos, la Nación aportó por primera vez 136 millones de pesos, y el resto de los fondos salieron de las arcas provinciales. La mayor masa de dinero posibilitó que también creciera la superficie de viñedos cubierta con el plan, que pasó de 27.000 hectáreas a 33.000 hectáreas, un aumento del 22%, según dio a conocer el ministro de la Producción, Andrés Díaz Cano.
De un informe elaborado por la Dirección de Sanidad Vegetal y Animal, a cargo del programa, surge que de acuerdo a los datos de la red de monitoreo de la plaga, hay un total de 1.200 trampas distribuidas en
los viñedos de la provincia, que permiten determinar la presencia, niveles y distribución de la polilla.
Esa información es la que permite diagramar la estrategia de control de esta enfermedad que afecta a los viñedos, que se basan en un sistema denominado MIP (Manejo Integrado de Plagas). Consta de la entrega de difusores de confusión sexual (feromonas), un insecticida de alta especificidad para que aplique el productor, y aplicaciones aéreas con insecticida, de muy bajo impacto ambiental. Otra estrategia fue la aplicación aérea de feromonas floables (disueltas en agua) en ciertos puntos específicos de la provincia.
La técnica de difusores de confusión sexual consiste en unos dispositivos que liberan un aroma como el que produce la hembra para atraer al macho y estimular la copula, se cuelgan en los viñedos y forman una nube con este aroma, saturando el ambiente. Así se evita que el macho pueda seguir el rastro dejado por la hembra, y al no encontrarla, no se reproducen y no dejan descendencia. Para que esto funcione se necesitan superficies mayores a las 4 hectáreas, por eso aquellos productores que poseían fincas de vid con tamaños inferiores se les entregó también, en forma gratuita, insecticida para que pueda ser aplicado. En total se asistieron con difusores e insecticida en forma terrestre a más de 11.000 hectáreas y de forma aérea a casi 22.000 hectáreas, que suman 33.000 hectáreas de viñedos en total. Así, desde el área oficial, estiman que se ha llegado a cubrir alrededor del 69% de la superficie de vid de la provincia.
A pesar de que hay una ley sancionada en el Congreso Nacional en el año 2015, que dice que la Nación debe financiar la campaña, durante la gestión macrista no llegó financiamiento a San Juan. Fue por eso que el año pasado el Gobierno provincial tuvo que destinar cerca de 200 millones de pesos para la campaña. Y esta temporada, a pesar de la crisis financiera que padece Argentina por el coronavirus, el Gobierno nacional dispuso el envío de 136 millones de pesos para financiar la lucha.
Las sanciones
La lucha contra la Lobesia botrana la encara en todo el país el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, en conjunto con las provincias que aportan recursos, y la aplicación de los productos es obligatoria para los productores de vid que se encuentren en áreas bajo cuarentena. Se prevén multas de hasta 100 mil pesos, dependiendo de la extensión del predio. En San Juan se llegó a proponer la prohibición de la comercialización de la uva al productor que incumpla la normativa vigente.