Los hijos del anciano atacado brutalmente por delincuentes en su casa de Rawson creen que a su padre le robaron una suma grande de dinero. Ayer afirmaron no saber el monto, pero explicaron que César Bustos (87) siempre les decía que tenía unos ahorros guardados por si se enfermaba, y que cuando revisaron todo no los hallaron. De lo que están seguros es que le llevaron al menos los $70.000 que había cobrado el fin de semana de su jubilación como empleado público junto con el aguinaldo.
Bustos ayer continuaba internado, en grave estado y completamente sedado porque tuvo que ser intubado. Su deplorable estado fue el resultado del asalto que sufrió cerca de las 10 del último lunes en su vivienda del Barrio San Ricardo. Uno o más ladrones entraron sin forzar ningún acceso y lo atacaron sin piedad, aprovechando que se encontraba solo porque el hijo que vive con él se había ido a trabajar y otro que reside en una pieza en el fondo tampoco estaba.
El fin de semana la víctima había cobrado la jubilación y aguinaldo
Recién lo hallaron sobre las 11, en un estado desesperante pues estaba tendido sobre un charco de sangre en el pasillo que conecta la cocina con el baño. "Había sangre por todos lados. Su cara era cualquier cosa menos una cara. Se lo veía muy mal, desfigurado entero. Balbuceaba, parece que intentaba decir algo o que quería pararse, hasta que quedó inconsciente", contó ayer Juan, uno de sus tres hijos. Las múltiples fracturas que tiene el anciano en el cráneo suponen que fueron provocadas con una llave francesa que encontraron ensangrentada cerca del cuerpo. Otra teoría de los hijos es que Bustos se resistió, porque en las paredes quedaron marcas de sangre y porque el calefactor tenía un abollón, como si alguien hubiese caído encima, señal de que en el lugar pudo haber una pelea. Además, en la familia suponen ahora que fue accidental (ayer se comentaba que podía haber sido intencional) la rotura del caño de cobre que alimenta a ese artefacto. El gas estuvo saliendo y la víctima por poco muere intoxicado. "Yo creo que mi hermano se demora un poco más y eso explota. No sé cómo no se asfixió", se preguntó Jorge, su otro hijo. "No puede ser lo que le hicieron… no tienen corazón… es indignante. Tengo miedo de que se muera, pero yo lo veo fuerte, va a salir", cerró entre lágrimas Juan.
Anoche en la Policía no tenían novedades. Los delincuentes no robaron nada más que la plata y tampoco hicieron mucho desorden. Por eso creen que Bustos, vencido, se resignó a decir dónde guardaba los ahorros.