En la mira. Luego de determinar la posible mecánica de la muerte, el "compinche" de Quiroga quedó en la mira de los pesquisas porque fue uno de los últimos que lo vio con vida.

 

Un fuerte golpe que dejó una marca lineal en la frente en parlelo con otras lesiones de bordes irregulares. Y una fractura en la quinta vértebra cervical que fue letal, porque el hombre sufría osteoporosis y la violencia del golpe destrozó su sistema nervioso central. Según fuentes judiciales, esas dos lesiones reveladas por la autopsia practicada en el cadáver de Edgar Quiroga (59) sirvieron para instalar con mayor fuerza la hipótesis de que ese hombre que se dedicaba a armar cuadrillas para trabajar en las fincas y que cayó en una vida marginal por su adicción al alcohol, pudo ser víctima de un homicidio. ¿Cómo? "Es probable que le hubieran dado un ladrillazo", especuló un investigador.

Quiroga fue hallado alrededor de las 8,20 del lunes por una mujer que caminaba para hacer ejercicio. Según fuentes policiales, estaba semisentado contra un árbol a un costado de una senda de asfalto del futuro Parque Lineal Libertadores de América, frente a la terminal de ómnibus de Caucete.

Edgar Quiroga tenía 59 años y era alcohólico.

El hallazgo del cuerpo, con sangre en su rostro, provocó que en el acto la familia de Quiroga conjeturara que alguien pudo matarlo. Y la autopsia en el cuerpo reforzó esa teoría.

El informe del médico forense sirvió para poner la mira en un amigo de Quiroga, de apellido Moreta, que también es alcohólico y con el que los solían ver juntos prácticamente todo el tiempo.

Según voceros del caso, Moreta habría admitido que estuvo con Quiroga hasta alrededor de las 4 de la mañana del lunes en el lugar donde encontraron el cadáver. Pero negó haber discutido o peleado con él, antes de irse y dejarlo en ese lugar, precisaron los voceros. Será el juez Guillermo Adárvez (Tercer Juzgado de Instrucción) quien resuelva si Moreta debe o no ser detenido.