Los restos de Araceli Fulles (22), la joven hallada asesinada el jueves en una casa de la localidad bonaerense de Loma Hermosa, fueron inhumados ayer en San Martín con la presencia de decenas de familiares y amigos que cuestionaron la investigación de la fiscal de la causa.
A las críticas se sumó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien dijo que el crimen “fue brutal‘ y sostuvo que la titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de San Martín, Graciela López Pereyra, “tendrá que repasar un poco sus tareas” en referencia a que se demoró 25 días en hallar a la joven.
Por otro lado, Darío Badaracco (29), principal sospechoso del crimen y otros seis hombres eran indagados anoche, informó Télam.