Con bronca. Eso sienten Diego y Dante Pereyra tras la muerte de su hermano. Dijeron que no merecía morir así y pidieron justicia.

 

Diego Pereyra (33) y su hermano Dante (36) todavía no lo pueden creer. Sienten dolor aunque, más que eso, bronca e impotencia. Es que no pudieron hacer nada para evitar la muerte de su hermano, Daniel Alberto (34), más conocido como "Chivato". El albañil fue atacado a primera hora del pasado sábado por una patota cerca de su casa, en la Villa San Damián, en Rawson. Le clavaron un puntazo letal en el pecho. Y ellos salieron en su defensa, pero nada pudieron hacer. Es más, podrían haberse sumado al número de víctimas fatales, dijeron. "Ellos eran como 25 y nosotros solamente 4. Le tocó a "Chivato", pero nos podrían haber matado a todos", aseguró ayer Diego.

Según su versión, todo pasó cuando Daniel Alberto fue hasta el Lote Hogar 18, ubicado a pocas cuadras de su vivienda, a dejar a su novia. "Iban en el auto discutiendo. La cosa fue subiendo de tono, entonces yo lo bajé del auto y le di mi moto", relató el muchacho.

Al parecer, la chica caminó hasta su casa y "Chivato" la siguió de atrás. Los Pereyra dijeron que la trifulca empezó porque varios sujetos (en un principio eran unos diez) que estaban bebiendo en una esquina le quisieron robar la moto, aunque no descartaban que la chica les haya hecho alguna seña para sacarse de encima a su pareja, indicaron. Y lo que vino después fue todo sufrimiento. "Mientras le pegaban entre todos, fui hasta mi casa a buscar ayuda", contó Diego. Fue ahí cuando se sumaron Dante y un cuñado de ellos. Pero los 4 seguían siendo pocos a comparación del otro grupo, que cada vez crecía más. "Vi hasta mujeres salir de sus casas con piedras", dijo Dante.

Lo cierto es que todos ligaron golpes y pedradas hasta que pudieron refugiarse nuevamente en su vivienda, pero el que peor la sacó fue "Chivato". "Me falta el aire", alcanzó a decir antes de desplomarse en el fondo. El puntazo perforó uno de sus pulmones y murió en el hospital. "Deja un vacío enorme. Era un tipazo. Un laburador que le daba todo a su familia. También una persona muy alegre y divertida. Le arrebataron la vida. No merecía morir así. Sólo queremos justicia", expresaron sus hermanos.

Después del crimen, la Policía comenzó a investigar y logró detener a cuatro sospechosos. Según los voceros, al parecer la patota lo atacó por la discusión que mantuvo la víctima con su novia.