En los pasillos de Tribunales no pueden creer que el o los efectivos de la seccional 29 y una médica no hayan visto los evidentes signos de muerte violenta en el cuerpo de Juan Ramón Escudero (65). Tan furiosos están, que ayer el juez de Instrucción Martín Heredia Zaldo le envió una nota al Jefe de Policía con durísimas críticas hacia los efectivos de la seccional 29, los primeros en llegar a la casa del pensionado. Como las críticas iban y venían, el secretario del juzgado del primero correccional, quien actuó en las primeras investigaciones del caso, puso a disposición de la Justicia las grabaciones de las conversaciones con el policía que describió la escena como una muerte natural, por la presunción de algún delito.
Anoche en Tribunales analizaban darle curso a la denuncia contra los efectivos policiales.
Todo ocurrió entre domingo y lunes. Según fuentes judiciales, el secretario judicial Juan Pablo Ortega llama por teléfono a un oficial de apellido Zaballa (no trascendieron más datos), de la seccional 29 de policía. En la conversación, siempre según las mismas fuentes, Zaballa le habría negado algún signo de violencia en la escena de la muerte de Escudero y por eso Ortega ordenó el levantamiento del cuerpo sin dar aviso a la Policía y sin ordenar ningún tipo de acción extra, como la presencia de efectivos de Homicidios, mucho más capacitados para este tipo de investigaciones.
Hasta ahí todo era un trámite más, pero el problema vino cuando hicieron la autopsia al cuerpo. Ese análisis arrojó que al pensionado le habían dado muerte empalándolo, es decir, introduciéndole un elemento contundente por el ano, incluso por encima del pantalón, lo que provocó un profundo sangrado sobre la ropa y, se cree, también en el lugar donde lo encontraron. También tenía un golpe en la cabeza, según fuentes judiciales.
Ortega, al conocer los resultados de la autopsia, vuelve a comunicarse con el policía, y vuelve a grabarlo. El policía, según fuentes judiciales, le vuelve a decir que no vio ningún signo de violencia. Muy molesto, Ortega le recriminó al efectivo lo ocurrido y puso a disposición de un juez las grabaciones.
En la Justicia lamentan el hecho y aseguran que se perdieron tiempo y pruebas importantes.