Señor director:
El 22 de octubre de 1962, es decir, hace 56 años, la humanidad estuvo a punto de una hecatombe nuclear. A esta situación de la llamó la "Crisis de los Misiles”. Fueron 13 días de alta tensión entre las dos superpotencias de esa época. Por un lado el bloque comunista de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), por el otro: Estados Unidos de América. El motivo de este conflicto militar fue que la URSS quería colocar esos misiles en Cuba, con el fin de apoyar al régimen castrista, expandir su revolución por el continente americano y tener a tiro de sus misiles, las costas norteamericanas.
La historia dice que Cuba había sido un país ligado a los intereses estadounidenses desde su independencia de España en 1898. La revolución de Fidel Castro en 1959, en un principio no se definía como comunista, pero tomó medidas contra los intereses estadounidenses. La reacción de Washington fue inmediata: ruptura de relaciones en 1961, imposición de un bloqueo económico, excluyó a Cuba de la OEA (Organización de Estados Americanos) y organizó, mediante operaciones secretas de la CIA, una fallida invasión de emigrados anticastristas en Bahía de Cochinos o Playa Girón, en abril de 1961.
En ese contexto, el régimen de Fidel Castro viró hacia el alineamiento con el bloque soviético. En octubre de 1962, aviones espías norteamericanos U2 detectaron la construcción de rampas de misiles y la presencia de tropas soviéticas. El 22 de octubre, con el apoyo claro de sus aliados occidentales, Kennedy establece un bloqueo de la isla. Desplegó unidades navales y aviones de combate en torno a Cuba. Si los navíos soviéticos intentaran forzar el bloqueo, el conflicto armado entre las dos superpotencias era un hecho. Fue el momento de la guerra fría en que más cerca se estuvo del enfrentamiento directo entre la URSS y Estados Unidos y de la hecatombe nuclear. Finalmente, tras negociaciones secretas, Kruschev lanza una propuesta aceptada por Kennedy: la URSS retiraría sus misiles de Cuba a cambio de que Estados Unidos no invadiera la isla y de la retirada de los misiles Júpiter que tenía desplegados en Turquía.
Para 1987, ambas superpotencias firman un tratado que impide fabricar cohetes de alcance intermedio, que en la actualidad, Trump quisiera desarrollar.
