A pesar de haber sido caratulados como represores Carabineros comparten las demandas de los chilenos.

Por Arnald Prat Barnadas
Agencia EFE

El cuerpo policial de Carabineros de Chile, con 92 años de historia, pasa por una situación compleja tras las críticas a su gestión en las protestas que han copado el país desde hace dos meses, que han mermado su reputación a los niveles más bajos de los últimos años.

Según la encuesta Cadem del pasado 4 de diciembre, sólo un 35 % de los chilenos aprueba la función realizada por Carabineros, el nivel más bajo desde que empezó esta medición en septiembre de 2015, cuando el ente destacaba muy por encima del resto de instituciones estatales con una aceptación del 72 por ciento.

Tres suboficiales de Carabineros, dos en retiro y uno activo, aseguraron que "por culpa del estallido", que empezó el pasado 18 de octubre, son vistos como "los malos de la película", por lo que "ya nadie quiere ingresar al cuerpo".

La sombra de una supuesta vulneración "sistemática" de los derechos humanos planea sobre todas las fuerzas del Estado, acusadas por el Instituto Nacional de Derechos Humanos INDH) de causar más de 3.460 heridos desde que empezó la crisis social. A los cuestionamientos internos se les suman los que llegan desde fuera de las fronteras del país, por parte de organismos internacionales como Human Rights Watch, Amnistía Internacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos o la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

Por ello, muchos chilenos se preguntan exactamente qué formación reciben los agentes para actuar salvaguardando los derechos humanos.
Carlos, uno de los tres agentes que prefirieron utilizar nombres ficticios para preservar su anonimato, reconoció que el estudio de esta disciplina "era inexistente hasta hace muy pocos años".

"Además, los profesores de derechos humanos son oficiales en retiro desde hace quince años que no tienen conocimiento sobre la materia. ¿Qué pueden saber ellos sobre derechos humanos si salían a la calle en otra época?", se preguntó.

Esto hace que los jóvenes salgan a la calle mal preparados, no tienen ni idea de combatir protestas tan masivas.

Por su parte, Fernando, de 48 años y todavía en ejercicio, denunció que "nadie habla" de sus derechos: "Las masas nos agreden, nos arriesgamos a perder nuestra vida y no sabemos cómo defendernos. Nuestros derechos no existen y todos van a por nosotros".

<BF>Críticas internacionales:<XB> El pasado 13 de diciembre, la misión enviada a Chile por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU concluyó que la Policía violó los derechos humanos n múltiples ocasiones al hacer un uso "excesivo o innecesario" de la fuerza.

La misión constató que, en su intento por sofocar las protestas, hubo torturas, violencia sexual y detenciones arbitrarias, con un total de 28.000 personas que pasaron por lugares de detención, de las cuales 1.610 siguen privadas de su libertad.

Según Hugo Frühling, director del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, las "duras críticas" de organismos internacionales han sido "un golpe duro para Carabineros" y han tenido "un evidente impacto en la percepción ciudadana de la institución".